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Filo.música | Funk brasilero: el sonido que Anitta y Ludmilla exportan de Brasil al mundo

Qué es y cuál fue el recorrido que hizo este subgénero para inspirar los hits internacionales de hoy. 

Filo.música | Funk brasilero: el sonido que Anitta y Ludmilla exportan de Brasil al mundo

Si alguna vez escuchaste a Anitta, le diste play a No_se_ve.mp3 o hiciste algún challenge de TikTok en portugués vas a notar que hay un punto en común: todos ellos tienen elementos del funk brasilero.

¿Qué es el funk brasilero? Lo descubrimos en este Filo.música.

Desde que "Despacito" puso a los yanquis a cantar en español hubo un boom de la música latina en el mundo y de a poco los sonidos de cada país fueron incorporándose a esta ola. El FUNK BRASILEÑO entra en esta oleada pero su historia viene de mucho antes de ese hit mundial de 2017.

Nos vamos para fines de los ‘70 en Río de Janeiro. El funk de Estados Unidos, nacido la década anterior, sonaba gracias a los DJs que lo pasaban en las fiestas y se populariza con artistas como Tim Maia y Tony Tornado que inauguran la versión local de este género.

Ahora, ¿por qué se parece tan poco el funk brasileño al funk estadounidense? Porque lo que hoy conocemos bajo ese término es otra cosa y nace a fines de los ‘80 con la llegada a Brasil del MIAMI BASS -un subgénero del hip hop que usa los mismos sonidos del 808 que el trap pero de hecho es anterior a él- sumado a un joven DJ Marlboro, conocido como el padrino del funk de las favelas.

De la mano de él se editó "FUNK BRASIL" en 1989, un álbum recopilatorio de todos esos tracks fundacionales del funk carioca, como se le llamó a este estilo de música nacida en Rio.

Los primeros temas en realidad eran parodias de canciones estadounidenses pero de a poco las letras empezaron a salir de las favelas y a reflejar su realidad.

Inspirado por DJs como Afrika Bambaataa, Marlboro encabezó esta expansión del funk que tomaría su característico sonido del Miami Bass fusionado con la percusión de la samba, dando origen al famoso 'Tamborzão'.

El funk estuvo siempre vinculado a las favelas y por lo tanto fue largamente menospreciado por clases altas y gobernantes. De hecho hasta hubo intentos de ponerle un freno legal a las fiestas de funk que se armaban en los suburbios pero, lejos de lograr extinguirlo, ahora existe más funk que antes.

A la popularidad alcanzada en los ‘90, le siguieron unos 2000 de reconocimiento mundial impulsado por la artista inglesa M.I.A y el DJ norteamercano Diplo. 

Gracias a un CD trucho que solían repartir en los shows de ella, del otro lado del Atlántico se empezó a escuchar funk carioca. No sólo uno de los hits de M.I.A sampleaba un reconocido funk brasileño sino que este mixtape incluía instrumentales y vocales de otros temas conocidos del género. Incluso Diplo le terminó haciendo un documental al movimiento.

Para entonces, el funk no sólo se creaba en Río y empezaba a tener su propia corriente en otro estado: San Pablo.  El funk paulista es el funk de ostentación, que como dice su nombre viene a ostentar autos, zapatillas, botellas caras, marcas, motos, lujos de todo tipo. 
Todo esto en contraposición claro está a las crudas letras de las favelas de Río, que encontraron su expresión más concentrada en el subgénero conocido como proibidão.

Pero entre el forreo y la violencia surgió otra corriente más soft para equilibrar el panorama: así nace el FUNK MELÓDICO, más chill, romanticón y con letras menos explícitas. Esta otra rama del funk en realidad ya había arrancado en los ‘90 pero para la década de 2010 agarra un nuevo aire con dos artistas que hoy conocés pero entonces recién pegaban sus primeros hits: Anitta y Ludmilla.

Para agosto de 2016, tanto Anitta como Ludmilla habían representado el sonido de las favelas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro - Ludmilla haciendo homenaje a aquel tema fundacional incluido en "Funk Brasil" de 1989 y Anitta junto a Caetano Veloso y Gilberto Gil en el cierre de la ceremonia. 

Una vez conquistado el país propio con un ritmo históricamente excluido de los eventos mainstream, era hora de expandirse al resto del mundo. Y acá es cuando volvemos a 2017 con "Despacito" recién estrenado y "Bum Bum Tam Tam" de MC Fioti que le siguió dos meses después, anticipaba la ola de funk brasileño que se venía.

Con este panorama de fondo Anitta y Ludmilla arrancan su etapa de hit tras hit con artistas internacionales. De a poco esa percusión irresistible empezó a colarse en las instrumentales de la escena urbana argentina.

No por nada es que “No_se_ve_mp3” de Emilia y Ludmilla producido por Zecca llega a ser EL tema del año.  Y no es solo el santafesino Zecca el único beatmaker que se animó a este ritmo, también el Negro Dub -que por ahí conocés de los comienzos del trap- es otro que le mete full al funk y al que terminó eligiendo Wanda Nara para producir su nuevo tema.

Pero poco se puede hablar de un boom mundial si no se llega a Estados Unidos, donde no sólo Snoop Dogg se copó con este sonido. También la reina Rihanna y el señor Kanye West.

Ahora que ya viste este video y reconocés cómo suena el funk brasileño, probablemente lo empieces a escuchar en más temas que antes y acá debemos decir: uno de los subgéneros que mejor está asimilando ese sonido es el RKT.

El funk brasilero viene hace tiempo abriéndose paso entre las músicas del continente y no es casualidad que hace años sea protagonista de los hits más importantes.

La clave de todo esto es identificar de dónde vienen esos sonidos nuevos que de repente se apoderan de los temas más escuchados y conocer su historia, porque la música es más que solo darle play a un tema o bailar un challenge de TikTok.

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