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Camila Fabbri: “Existe un prejuicio hacia las personas que nos dedicamos al arte”

En diálogo con Filo.News, la escritora cuenta todos los detalles sobre su primera novela de ficción La reina del baile, la cual fue finalista del Premio Herralde de novela del 2023.

Camila Fabbri: “Existe un prejuicio hacia las personas que nos dedicamos al arte”

En la tapa, una mujer, con los pelos en la cara, el sol de frente, naranja, amaneciendo o atardeciendo. Ella, dentro de un auto, con la cabeza en el vidrio. ¿Qué le pasó? es la pregunta que guía la novela de Camila Fabbri.

La renta del baile narra la vida de Paulina, una mujer de treinta y algo, que se encuentra atravesando el duelo de la separación de su pareja y comienza a preguntarse sobre el sentido de muchas pequeñas cosas y a involucrarse con personas que jamás pensó que podía llegar a tener afinidad.

Si bien la trama inicial comienza con un accidente, donde Paulina no sabe cómo llegó ahí, lo interesante de la historia es el recorrido que la autora hace hasta llegar a ese punto culmine de su vida.

“Me parece que la novela no intenta ir a lugares de absoluta felicidad, sino a las pequeñas cosas, pequeños vínculos, esos lugares de bienestar mediano, de clase media”, subraya Camila Fabbri en diálogo con Filo.News.

Además, La reina del baile es su primera novela de ficción, ya que anteriormente la autora publicó su primer libro Los accidentes en 2015, el cual se trata de una recopilación de cuentos. Luego, una novela de no ficción El día que apagaron la luz, seguida de otra antología de cuentos titulada Estamos a salvo.

¿Cómo surgió la idea de escribir la novela?

- La empecé en el 2019, escribiendo una historia que iba a ser breve, de una mujer que se despierta en un accidente que ella misma chocó. Luego fui corrigiendo y editando, fue un proceso bastante inexacto, desordenado y poco consciente. En ningún momento hubo una toma de decisiones muy clara. Eso recién fue el año pasado cuando la presenté al concurso. Pero nunca me senté pensando que iba a escribir mi primera novela, fue un proceso.

¿Cómo fue describir el accidente de la protagonista?

- Nunca estuve en un accidente, así que inventé todo. Son las licencias de poder imaginar y haber escuchado historias de otra gente a la que le pasó. También una especial atención ese tipo de historias, las cuales que me interesan, como el cuerpo en peligro o los medios de transporte. A veces me impacta mucho que todo eso pueda pasar y que no esté pasando, es decir, en las probabilidades de que sí puede pasar. Me parece que lo escribí un poco con todo eso, con el imaginario y con la atención que yo pongo en general sobre esas cosas.

Uno de los temas que profundiza la novela es la maternidad, pero vista desde otro lado, ¿cómo fue esa búsqueda?

- Yo creo que la idea de maternidad o de paternidad está llena como de zonas más ásperas y más grises, no es sólo luminoso. Hay mucho egoísmo, mucha tirantez, como pensar quién quiere más ser padre o quién quiere menos, hay como cierta negociación de “yo quiero ahora y el otro más adelante”. El subtexto es que no todo es color de rosa, son distintas formas de encarar el tema.


A partir de su ruptura, la protagonista inicia nuevos vínculos con su compañera de trabajo, con quien luego emprende un viaje, y también con un personaje que cada vez toma más protagonismo a lo largo de la historia. ¿Considerás que se abren nuevos vínculos a partir de una ruptura?

- Cuando una persona está viviendo una separación muy importante, se encuentra en un estado de vulnerabilidad. Hay algo que queda abierto, y ahí entra todo, pasa un poco eso en la novela. Paulina se asocia con esta amiga de la oficina que quizás no tienen nada en común pero encuentran una empatía, también descubre que tener un perro es lo mejor que le pasó en la vida. Me parece que la novela no intenta ir a lugares de absoluta felicidad, sino a las pequeñas cosas, pequeños vínculos, esos lugares de bienestar mediano, de clase media.


 

¿Cómo fue la construcción del perro Gallardo en la novela?

- El perro tiene como todo un arco narrativo que al principio estaba un poco dudosa con ese personaje, y después me parece que es como uno de los más memorables. Ayuda a que la persona tenga un contacto más real o vital con la vida y con los seres vivos. Creo que Gallardo fue uno de los personajes que más disfruté escribir.

¿Siempre soñaste y tenías en claro que querías ser escritora?

- No, se fue dando en realidad. Estaba segura que dedicarme a cualquier oficio relacionado con el arte no iba a ser algo que me diera dinero, y como yo vengo de una clase media, muy moderada, sabía que tenía que hacer cosas que me den plata. Ese fue un poco el norte, y aunque no sabía que iba a ser escritora, siempre escribía. Luego se publicó mi primer libro, y una cosa llevó a la otra. Hoy hago otros trabajos además de escribir libros, pero recién ahora digo que soy escritora, antes me daba vergüenza.


¿En qué sentido decís que no te animabas a llamarte escritora?

- No sé, siempre digo escritora y periodista, pero ahora me gusta. Quizás porque existe un prejuicio de la gente hacia los que nos dedicamos al arte, esa famosa frase “pero de qué vivís”, y si decís que sos pintora, escritora o poeta, hay un prejuicio desde afuera que nos dicen “levanta la pala” que está tan de moda. Pero bueno, uno tiene que tratar de desoír eso y ahora es cuando más digo que soy escritora. 
 

Camila Fabbri fue nombrada por la revista británica Granta en el 2021 como una de las mejores escritoras menores de 35 años. Además, recientemente debutó como directora de cine llevando a la pantalla su novela El día que apagaron la luz, adaptada como Clara se pierde en el bosque.

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