Stannis pasó tres temporadas intentando convencerse y convencernos que él sería el próximo Rey de Poniente después de la muerte de su hermano Robert. Con la sacerdotisa Melisandre a su lado e incontables sacrificios a cuestas, el último Baratheon vivo (sin contar al todavía bastardo Gendry) encontró su final a manos de Brienne después de haber sido vencido por el ejército de Ramsay Bolton.

Un Stannis derrotado descansa apoyado en un árbol. La cámara hace un primer plano de su pierna ensangrentada, y cuando el caballero la flexiona para ver mejor la herida aparece lo que parece ser un cargador de notebook —que probablemente era parte de la bomba responsable del sangrado—. El cargador aparece más claro en algunas foto promocionales de la serie, pero de alguna forma se coló en la versión final.

Si hay un personaje al que extrañamos es a Margaery. La princesa de Altojardín alternaba el trabajo humanitario con complots para quedarse con la corona y era un toque de aire fresco entre tanto sadismo e inocencia infantil.

Después de la Batalla de Aguasnegras, la joven sorprendió a propios y ajenos recorriendo los callejones de la ciudad hasta llegar a un orfanato. Allí, rodeada de niños que habían perdido a sus padres durante el enfrentamiento con las fuerzas de Stannis, la prometida del Rey le aseguró a los indefensos pequeños que a partir de entonces iban a ser atendidos como se merecían.

Por desgracia, alguien recibió un mensaje de texto durante el sentido discurso y arruinó el momento. Hay que subir el volúmen, pero cuando la princesa dice “From now on we are going to take care of you” (“A partir de ahora nosotros nos vamos a encargar de ustedes”), hace una pausa durante la cual se puede escuchar el sonido de la notificación, que los sonidistas parecen haber intentado ahogar con el oportuno llanto de un bebé.

La secuencia de títulos de Game of Thrones se ha convertido en un segmento vital de la serie que suele anticipar dónde se desarrollarán los eventos de episodio, ofrece algunos detalles de la historia hasta el momento e incluso nos ayudan a ubicarnos geográficamente en la enormidad de su mundo. 

Pero el equipo a cargo de los títulos no necesariamente tiene que ser un fanático de la serie, porque en varias ocasiones a los actores les han asignado los logos de la casa equivocada, generando un vendaval de teorías en internet. El más notorio fue el de Sophie Turner (Sansa Stark), cuyo nombre apareció durante un episodio de la primera temporada junto al logo de la casa Targaryen, cuando ya circulaba la teoría que Jon era pariente del Rey Loco.

Jorah Mormont y The Hound también han sido víctimas del linaje equivocado, apareciendo junto a logos de las casas Lannister y Baratheon respectivamente. 

La primera vez que vemos a Melisandre en su verdadera forma es durante la sexta temporada, después de intentar revivir a Jon Snow. La sacerdotisa vuelve a sus aposentos derrotada por no haber podido traer al joven de vuelta y se quita el collar, revelando que detrás de la figura joven vive una anciana de vaya uno a saber cuántos años. Aunque fue un momento clave para la mitología del personaje, a muchos fanáticos les llamó la atención el recordar que ya habíamos visto al personaje sin el accesorio.

Durante la cuarta temporada Selyse, la esposa de Stannis, entra en la habitación de Melisandre mientras ella está tomando un baño y la encuentra completamente desnuda, semi sumergida y sin la aparente fuente de su juventud. ¿Fue un tremendo agujero de guión? ¿Los guionistas no esperaban que el personaje se desarrollase de esa forma?

Algunos teorizan por el lenguaje verbal y corporal de la escena que en realidad Selyse estaba viendo a la mujer como realmente era, sólo que los espectadores no estaban listos para una revelación de ese tipo. Otros aseguran que Melisandre estaba proyectando una imagen de juventud sin la necesidad del collar.

Cada cual elige qué creer, pero por desgracia, dado que Melisandre se "suicidó" después de la Batalla de Invernalia cuando su tarea estuvo cumplida, nunca sabremos la verdad.

Nota: No incluimos video porque el baño de Melisandre es un TetaFest no apto para menores.

El enfrentamiento entre Jon Snow y Ramsay Bolton fue uno de los grandes momentos de Game of Thrones. La batalla, que se venía palpitando desde hacía varios episodios, fue uno de los primeros choques del bien contra el mal en el que héroes y villanos estaban claramente definidos.

Para sumar dramatismo el sádico Ramsay liberó al joven Rickon y le ofreció la posibilidad de correr hacia Jon, que se encontraba a cientos de metros de distancia, mientras le disparaba con arco y flecha (por desgracia el nene no entiende el concepto de zig zag). El bastardo bueno, viendo que su hermano corría peligro, decidió cabalgar a toda velocidad en su dirección y para alivianar el viaje cambió su espada de acero Valyrio por una de goma que se sacudió y dobló mientras corría para montarse en el caballo.

Quizá por eso le costó tanto ganar la batalla. La próxima agarrá la de acero, Jon.

El infame Rey Joffrey actuó como un monstruo durante toda la primera temporada de la serie, pero confirmó su condición de villano cuando, tras decapitar Ned Stark y el resto de los norteños presentes en Desembarco del Rey, decidió llevar a Sansa de paseo y mostrarle sus cabezas en estacas.

Pocos lo habrán notado en aquel entonces, pero una de esas cabezas (la que convenientemente estaba de perfil) era la de George W. Bush, el ex presidente de los Estados Unidos. Los creadores de la serie confirmaron en los comentarios de la versión de DVD que se trataba de un modelo del ex mandatario pero aseguraron que no era una bajada de línea sino que habían utilizado máscaras que tenían a su disposición.

De todas maneras el modelo fue modificado digitalmente en las versiones posteriores, pero aún así tendremos un Bush en una estaca para siempre en YouTube. Si bien no fue un error de la producción, sí se trató de una metida de pata que tuvieron que solucionar en post producción.