Ir al contenido
Logo
Actualidad

Filo.Mundo | Los debates presidenciales entre Trump y Biden, explicados

Iniciada la recta final del proceso electoral en los Estados Unidos te contamos qué esperar de los encuentros que quedan y cómo pueden impactar de cara al martes 3 de noviembre.  

Filo.Mundo | Los debates presidenciales entre Trump y Biden, explicados
La tradición de los debates se estrenó en EE.UU allá por 1960

Si pensabas que este 2020 ya había generado una cantidad suficiente de angustia y estrés en buena parte del planeta, el martes 3 de noviembre Estados Unidos elige Presidente.

En la antesala de la cita que determinará si Donald Trump será reelecto al frente de la Casa Blanca o bien relevado en el cargo por el demócrata, Joe Biden, los candidatos dicen presente en los ya clásicos y esperados debates presidenciales.

En esta recta final que muchos piensan como al Súper Bowl de la democracia Trump y Biden, Biden y Trump van a ser protagonistas del show que la propia idiosincrasia nacional conjuga, de cara a una elección que sin dudas, va a seguir de cerca el mundo entero.

Con más de 200.00 muertes por coronavirus, una recesión económica histórica, los reclamos por la violencia racial más presentes que nunca y un país que sufre en carne propia los efectos del calentamiento global, parece tener sentido que quienes aspiran a presidir los Estados Unidos desde el 20 de enero próximo cuenten qué piensan hacer sobre estos y otros puntos.

Según dispone la Comisión que organiza estos eventos de manera oficial y apartidaria desde 1988, todos los debates van a dividirse en seis segmentos de 15 minutos.  Cada tema de esos bloques es elegido y anunciado por los moderadores una semana antes, en tanto va a haber dos minutos por candidato para responder, en el mejor de los casos, lo que se les pregunte.

Esto último siempre genera dudas y tras el primero de los encuentros parece haber demostrado sus fundamentos.

En lo que prontamente se clasificó como el peor debate de la historia, Trump y Biden, en ese orden, se gritaron e interrumpieron al respecto de asuntos como: Coronavirus; Corte Suprema de Justicia, Economía, racismo y violencia en las ciudades; los registros de los candidatos e  integridad electoral.

En el segundo de los debates, que en este caso va a ser el 22 de octubre en Miami, si bien los tiempos serán los mismos, el formato buscará ser una suerte de cabildo abierto y las preguntas van a venir en buena medida de los ciudadanos del lugar que hospede al evento.

Ahora bien, aunque el debate Trump-Biden haya sido el más visto de la historia, el número, como todos, puede pensarse de distintas maneras. 

Esto último es especialmente importante si tomamos en cuenta que Estados Unidos tiene sus particularidades. En un país donde no es obligatorio votar pero sí se puede opinar en encuestas o bien el presidente que gane las elecciones puede sacar menos votos que el que las pierde deja todas las estadísticas que puedas llegar a ver en offside. 

Entonces, ¿qué tanto importan o influyen estos eventos en el desarrollo final de una elección? En muchos países los debates se convirtieron en una suerte de paso obligado de la democracia aunque muchas veces sin saber hacia donde. 

En América Latina por ejemplo, los primeros se dieron en Venezuela y Brasil allá por la década del ´60 en tanto que en la actualidad hay cuatro países con una legislación al respecto que obliga a organizar un debate presidencial.

Sin embargo, en una instancia de elección partidaria, las dudas parecerían resueltas de antemano. Para cuando llegamos a un cruce entre un Demócrata y otro Republicano, en líneas generales, de los 50 Estados del país son pocos los que suelen cambiar su voto. 

Osea que en cuanto a su impacto real lo cierto es que los debates de las elecciones presidenciales no son como los de las primarias en tanto se supone que la mayoría de los espectadores  sobre a quién van a votar y pocos van a cambiar esto por lo que pueda llegar a pasar

Ahora bien, teniendo en Trump y Biden a dos especialistas en decir cosas fuera de lugar tampoco le podemos podemos sacar importancia no solo a estas tres jornadas sino al después y esto que vimos de como el debate del debate pueda terminar por inclinar la balanza para algún que otro indeciso. 

Con un presidente que en plena pandemia entiende al voto por correo como sinónimo de fraude y no asegura una transición pacífica en caso de perder, las elecciones están cada vez más cerca. 

Por fuera de cualquier debate, encuesta o voto anticipado, lo único seguro es que habrá que esperar al 3 de noviembre (en el mejor de los casos) para saber quien va a ser el próximo presidente de los Estados Unidos. 

    Ultimas Noticias