El terreno de la política internacional dejó identidades a lo largo de la campaña en la Argentina. La contraposición de Juntos por el Cambio y el frente De Todos fue bastante evidente en este punto. 

Con la elección de Alberto Fernández como Presidente para el período 2019-2023, se entiende que su gestión marcará un nuevo movimiento en el péndulo que la política exterior nacional ha marcado desde siempre.

El ganador de las elecciones por el frente de Todos ya ha dado sobrados indicios sobre un nuevo redireccionamiento en esta materia y el primer destino como Presidente electo no suele ser casual. 

Si bien se barajó la posibilidad de que Alberto Fernández y Álvaro Manuel López Obrador mantuvieran un encuentro en la previa de las elecciones generales, el mismo se postergó y tendrá lugar entre el domingo y lunes próximo en la Ciudad de México. 

Lejanos a la órbita del Grupo de Lima y con la búsqueda de intentar comprometer a México en una mayor atención en América Latina es que la Argentina abre entonces un nuevo período, al menos en lo político, sobre su inserción internacional. 

En esto, se suman otros dos grandes símbolos, que tanto desde Latinoamérica como en su contrapunto con Mauricio Macri y la gestión Cambiemos permite ver el ideario de Fernández y su equipo. 

Por un lado las definiciones del Presidente electo tanto sobre el caso Lula como ante el eventual vínculo con Jair Bolsonaro.

La consigna de “Lula libre”, su visita a prisión en el marco del proceso electoral y el saludo por su cumpleaños en pleno discurso postelectoral atentan sobre una relación por demás importante y que el propio mandatario brasilero ya se encargó de condicionar. 

El otro eje es el de Venezuela: Entre dictadura y gobierno autoritario hay más que definiciones teóricas, es la lectura de un punto que ingresó como parte de la grieta nacional. 

Fundamentalmente porque tanto durante el armado electoral como durante la totalidad del actual Gobierno, el fantasma de la chavización fue movilizado para plantear esta idea que resumen en “de la que nos salvamos”.

Restará saber si los compromisos retóricos y los gestos finalmente se trasladan a vínculos reales en la política exterior que desarrolle este nuevo Gobierno. Por lo pronto, las palabras no son accidentales o espontáneas y desde su Twitter, el Presidente electo ya da señales.