A través de una videoconferencia, el presidente Alberto Fernández encabezó el acto central del 204° aniversario de la Declaración de la Independencia de la República, que se llevó adelante en Tucumán.

Desde la Quinta de Olivos, Fernández envió un mensaje de unidad al mostrarse junto a empresarios, sindicalistas y todos los gobernadores del país, quienes participaron también de manera remota. En una presentación de casi 40 minutos, elogió a los mandatarios provinciales por su labor en la pandemia y dijo que "vino a terminar con los odiadores seriales", al referirse a las divisiones en el país.

"Aquí estoy yo y el gobierno de la Argentina. Detrás mío está cada uno de los gobernadores de nuestra patria", dijo en el inicio de su presentación. Incluso, se refirió al jefe de Gobierno porteño con un gesto de cercanía: "Está mi amigo Horacio Rodríguez Larreta". Fernández y Larreta, junto con el gobernador bonaerense Axel Kicillof, trabajan en la planificación de las tareas para mitigar el avance del coronavirus en el AMBA. En este tiempo ambos dirigentes cosecharon un buen vínculo.

"Estamos trabajando unidos para enfrentar lo que nos toca vivir. Estuvimos todos asediados por un virus y todos estuvimos de acuerdo en que había que preservar la salud. Todos nos recomendaron quedarnos en nuestras casas y alejarnos de la peste. Eso le pedimos al pueblo, que se resguarde", aseguró Fernández sobre la pandemia.

"Pudimos poner en pie un sistema de Salud que estaba muy golpeado. La Argentina a la que nos sometió la pandemia es un país maravilloso porque dejó expuesto lo mejor de nosotros. Fuimos capaces de ser solidarios", continuó. Además destacó particularmente la labor de Larreta, Kicillof y Jorge Capitanich, gobernador de Chaco. Se trata de las tres regiones más afectadas por el virus.

Fernández afirmó que recibió un país con dificultades económicas y se refirió a la negociación con los acreedores de la deuda externa: "Teníamos que enfrentar una enorme deuda, estábamos enredados y teníamos que ver cómo salir de eso. Sin que eso signifique postergar a ningún argentino. Confiamos en lograrlo y eso será un logro de todos".

Fue allí, cuando luego de agradecer la colaboración de empresarios y sindicalistas, habló de la grieta en la Argentina. "El odio y la división nos dejó en el lugar en el que quedamos. Vine a terminar con los odiadores seriales y a abrir los brazos para que todos nos unamos. No vengo a instalar un discurso único, sé que hay diversidad y la celebro", continuó.