Ir al contenido
Logo
Actualidad

Argentina retrocedió 12 puestos en el ranking que mide la corrupción

Tras lograr su mejor posición en 8 años, el país cayó 8 puestos y se ubicó 78° entre 180 países.

Argentina retrocedió 12 puestos en el ranking que mide la corrupción

La Argentina retrocedió varios lugares en el índice anticorrupción que elabora la ONG Transparencia Internacional. En el primer año de gestión del presidente Alberto Fernández, el país cayó 12 puestos y con 42 puntos, sobre 100 posibles, quedó 78° entre 180 países.

En 2019, en el último año de la presidencia de Mauricio Macri, el país había logrado su ascenso más significativo en 8 años, alcanzando el puesto 66°.

El Índice de Percepción de la Corrupción califica a 180 países en función de sus niveles percibidos de corrupción en el sector público. Las conclusiones se obtienen a partir de 13 evaluaciones que se hacen a través de encuestas a especialistas en la materia y empresarios, y se establece una escala que va de 0 -máximo nivel de corrupción- a 100 -sin corrupción-.

Con este puntaje, Argentina quedó por debajo del promedio global, que es de 43 puntos. El peor rendimiento del país había sido en 2015, cuando, con 32 puntos, había quedado en el puesto 107°, en ese caso, sobre 168 países.

Cada año se pagan US$1 billón en sobornos

Según datos de la propia ONU, cada año se pagan cerca de un billón de dólares en sobornos. Adempas, se calcula que, durante el mismo período, se roban unos 2,6 billones de dólares mediante la corrupción, lo que implica un total del 5% del producto interior bruto (PIB) mundial.

Esta cifra perjudica, principalmente, a los países en desarrollo, donde el dinero que se pierde es diez veces mayor al dinero que se dedica para asegurar una calidad de vida acorde a los ciudadanos.

“La corrupción es criminal e inmoral, y representa la máxima traición a la confianza pública. Es aún más perjudicial en tiempos de crisis, como está ocurriendo ahora en el mundo con la pandemia por el COVID-19. La respuesta al virus está creando nuevas oportunidades para explotar la supervisión débil y la transparencia inadecuada, desviando recursos que debían estar destinados a personas que se encuentran en su momento de mayor necesidad”, expresa, en tanto, el mensaje enviado por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.