Cerca de que se cumplan los 11 meses desde que apareció el coronavirus (COVID-19) en China, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este domingo que el mundo superó los 46 millones de contagios, luego de registrar 466.108 casos en las últimas 24 horas. Además, se contabilizaron víctimas fatales.

Entre los países más afectados por la pandemia, según el recuento que lleva adelante la Universidad Johns Hopkins, figura Estados Unidos en el primer lugar, con 9.189.715 contagiados (230.870 fallecidos), seguido de la India, con 8.184.082 (122.111), y Brasil, con 5.535.605 (159.884).

Por otro lado, una segunda ola de la enfermedad golpea a Europa (los casos aumentaron un 41% en los últimos siete días) y obligó a varios Gobiernos a tomar diversas medidas de restricción para frenar el avance de los contagios, tales como nuevos confinamientos, limitar la circulación y cerrar los comercios e instituciones.

Sin embargo, dichas medidas desataron la bronca de los habitantes de distintos países, que en los últimos días encabezaron fuertes protestas en contra de las mismas.

Tal fue el caso de España, donde ciudades como Madrid, Vitoria y Logroño fueron escenarios este fin de semana de saqueos y manifestaciones contra las medidas de toque de queda nocturno y cierres perimetrales, que terminaron en enfrentamientos con la policía y dejaron más de 60 detenidos y de 20 heridos.

Esta situación también se replicó en Italia, donde el toque que de queda en varias regiones, el cierre total de gimnasios, cines y salas de conciertos, además de el horario limitado para bares y restaurantes, generó diversos enfrentamientos. En este contexto, encima, el Gobierno italiano analiza anunciar en las próximas horas un confinamiento de las grandes ciudades, ya que, según declaró el ministro de Salud, Roberto Speranza, y citó la agencia de noticias Europa Press, "la curva epidemiológica aún es muy elevada".

Por su parte, en Francia, durante las fiestas de Halloween que se realizaron en pleno horario de confinamiento, también se registraron graves incidentes con ómnibus incendiados y apedreados y disparos de fuegos artificiales contra la policía en ciudades cercanas a París y Burdeos.