El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continuó con su retórica contra las vacunas para prevenir el coronavirus al asegurar que las diferentes dosis producidas en todo el mundo "no están comprobadas científicamente".

Brasil comenzó el proceso de inmunización con las dosis de la vacuna china, CoronaVac: "Es para uso de emergencia, no voy a obligar a nadie a vacunarse, a fin de cuentas no hay nada comprobado científicamente con esa vacuna".

La nación que preside Bolsonaro atraviesa una de las situaciones dramáticas alrededor del mundo por la pandemia, que cuenta de a mil muertos por día y con distritos como Manaos donde ciudadanos murieron asfixiados por la falta de oxígeno en hospitales.

San Pablo, el Estado más poblado del país, avanzó en nuevas restricciones nocturnas para detener el avance del virus. El gobernador Joao Doria ordenó el cierre de bares y restaurantes por la noche y solo funcionarán los servicios esenciales.

"Una segunda ola de coronavirus afecta al mundo y sus efectos se hacen sentir también en Brasil y en el estado de Sao Paulo. El aumento del número de casos, de las hospitalizaciones y de los decesos es sumamente preocupante", dijo Doria. 

San Pablo fue el Estado que avanzó en un acuerdo con el laboratorio chino Sinovac a través del Instituto Butantan. A partir del fin de semana comenzarán a llegar desde India las vacunas de Oxford/Aztrazeneca.