La República Federativa de Brasil registró en las últimas 24 horas un total de 1.269 muertes por coronavirus y confirmó 32.188 nuevos contagios. A partir de este último indicador es que el país quedó cerca de llegar al millón de infectados y suma ya 46.510 fallecidos, según reportó el Ministerio de Salud de ese país.

Con 955.377 enfermos y la mencionada cantidad de decesos, Brasil está segundo en todo el mundo, detrás de los Estados Unidos y cada vez achicando más la brecha con esa Nación entre los afectados por el Covid-19.

En este contexto, el pasado domingo, varias ciudades del país, como Sao Paulo, Brasilia o Porto Alegre, registraron manifestaciones de seguidores y detractores del presidente Jair Bolsonaro, en las que no se mantuvo el distanciamiento social recomendado por las autoridades sanitarias del país. 

Desde el 26 de febrero, cuando se registró en Sao Paulo el primer caso, el virus se ha expandido sobre todas las regiones del país y ya afecta al 82 % de sus 5.570 municipios, según datos de las Secretarías regionales de Salud.

En este período, Sao Pablo se mantuvo como el epicentro del virus en el país y en esta ocasión registró un nuevo récord de decesos, con 389. El anterior había tenido lugar el martes, cuando se reportaron 365.

El total de muertes en ese estado ascendió a 11.521, y el de contagios a 191.521, aunque las proyecciones del Gobierno estiman que la cifra llegará a 18.000 para el final del mes.

Le siguen a San Pablo, Río de Janeiro (89.963 casos y 8.138 muertes), Ceará (84.967 y 5.282) y Pará (74.192 y 4.350).

Entre los decesos del miércoles se destaca el del cacique Paulo Paiakan, un importante líder indígena brasileño de la década del ochenta del siglo pasado, según informó la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).

Bajo este escenario y sin haberse alcanzado el pico en la curva epidemiológica, muchos estados y municipios iniciaron sobre comienzos de mes un plan de flexibilización por fases, el cual ha sido criticado por especialistas sanitarios que alertan del peligro de un nuevo repunte.