Unas paradisíacas vacaciones en familia en Cancún, México, terminaron siendo una pesadilla. Lexi Yeo, una nena inglesa de 10 años estaba nadando con delfines como parte de una actividad turística, pero en un momento fue agredida por dos de los animales.

Los delfines mordieron a la nena y la arrastraron sumergiéndola en el agua mientras ella y su familia gritaban desesperados. Finalmente pudieron rescatarla y recibió atención médica y contención.

La nena terminó con múltiples hematomas y mordidas de los delfines. Su madre, Laura Jane Yeo pensó que su hija iba a morir y describió a los animales como "enloquecidos". Además de las consecuencias físicas, Lexi terminó con mucho miedo.

Los padres de la nena se quejaron porque la empresa encargada de la actividad no respondieron a los reclamos. Reportaron que los delfines que atacaron a su hija no fueron retirados y advierten que podrían agredir a otros turistas. "La compañía sigue funcionando como si nada hubiese pasado", declaró a The Sun.

Desde la empresa le escribieron una carta a la nena lamentando el angustiante momento que tuvo que vivir y aseguraron que no es normal que los delfines reaccionen con esa violencia ante el contacto con personas. Los ataques a humanos son extremadamente inusuales.