Chile vive nuevamente una jornada de masivas manifestaciones mientras la dirigencia política intenta encontrar respuesta a los reclamos que no cesan.

En medio de la represión de carabineros y las marchas que día a día juntan miles de personas, el gobierno de Sebastián Piñera prepara medidas orientadas a reducir la desigualdad y la oposición reclama iniciar el diálogo por una nueva constitución. 

Por la respuesta de las fuerzas de seguridad a las marchas la Cruz Roja reportó que el total de los heridos asciende a 2500. La cifra de personas muertas asciende a 23.

El gobierno chileno orientó hasta ahora las medidas a un aumento en las pensiones pensiones, sueldos y mejoras en el sistema de salud y educación, principales focos de desigualdad ciudadana.

No obstante, las multitudes que manifiestan parecieran presionar para que los partidos políticos discutan en el Congreso una nueva Constitución que acabe con el modelo neoliberal que lo trajo hasta el lugar en el que está ahora.