En el estómago de la odontóloga Gisella Solís Calle se hallaron componentes de un insecticida que coincide con el que encontraron en poder de Abel Casimiro Campos, pareja de la víctima, cuando se suicidó de un tiro, según consta en el expediente judicial por el femicidio, tras la autopsia al cadáver de la mujer.

Trascendió que los peritos detectaron partículas de uno de los varios componentes de ese insecticida en el estómago de Solís Calle, y el resto podría haberse disipado  en otras partes del cuerpo de la mujer. 

Los investigadores sostienen que si el cadáver se hubiera hallado unos días más tarde, "probablemente ya no se hubiera encontrado nada de ese producto, porque es una sustancia que tiende a desaparecer".

Ahora resta conocer el resultado de los análisis de las vísceras, a cargo de especialistas del laboratorio de la Procuración, pero la fiscal a cargo de la causa, Ana Medina, ya cuenta con elementos para confirmar que la causal de la muerte fue por envenenamiento y que se trató de un homicidio. 

Detalles de un crimen macabro

• Solís Calle fue vista con vida por última vez el 16 de enero y fue buscada durante 14 días por La Plata, Villa Elisa, Ensenada, Berisso, Magdalena y Guernica en más de seis rastrillajes, tras la denuncia de desaparición realizada por su familia.
• Su cadáver fue hallado envuelto en sábanas, enterrado a 40 centímetros, en la vera del Camino Negro, una ruta abandonada que une Villa Elisa y Punta Lara.
• Cuatro días después de iniciada la búsqueda, su pareja,  Abel Casimiro Campos se quitó la vida al ser ubicado por la Policía en un hotel situado en calle 49 entre 13 y 14 de La Plata.