Es un milagro que solo haya que lamentar un policía herido. Alrededor de las 9 de la mañana de este miércoles una señora que hacía la cola para testearse por coronavirus en una de las unidades sanitarias móviles del gobierno porteño del plan DetectAR -frente al Comercial Antonio Bermejo- advirtió que le caían "piedritas y polvo" en la cabeza de un edificio ubicado en la calle Callao 648, entre Viamonte y Tucumán, por lo que al hablarlo ocn el resto de los presentes solicitaron hacer la fila en otro lado.
La mujer anticipó lo que pasaría después: restos de mampostería cayeron desde el piso 12 de aquel edificio. Fue entonces que Emilio Bravo, un policía de la Comisaría Vecinal 1 B que estaba trabajando en la zona arriba de un cuatriciclo recibió el impacto.
El uniformado debió ser trasladado a un hospital por una fractura en el hombro y afortunadamente su vida está fuera de peligro al igual que la de las demás personas que estaban en la zona haciendo la fila...llegaron a correrse a tiempo.
Un Fiat Punto que estaba estacionado en el lugar terminó con el techo abollado por el impacto de los desprendimientos. Un verdadero milagro.