Tal como lo hiciera hace algunas semanas atrás, en las últimas horas el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reiteró que en el país "ya se domó" la pandemia por el nuevo coronavirus, pese a que las autoridades sanitarias notificaron 3.377 nuevo casos, en las últimas 24 horas lo que eleva el total a 81.400 contagios.

En términos comparados con el día de ayer, los decesos diarios de personas que contrajeron la Covid-19 fueron 447, un 4,33% que en la jornada anterior, lo que eleva el total de decesos a 9.044 personas, es decir un 5,2% más que ayer.

"Ya se domó la pandemia, ya se alejó el riesgo de saturación de hospitales que hubiese significado más pérdidas de vidas humanas y mucho dramatismo. Eso ya se superó", comentó AMLO en el marco de sus tradicionales conferencias realizadas desde el Palacio Nacional.

Pero, por fuera de esta declaración, lo cierto es que México es uno de los países más castigados por esta enfermedad en América latina: de momento es el segundo con más muertes (detrás de Brasil), con 8.597 decesos, y el cuarto con más casos, con 78.023, (Brasil, Perú y Chile le anteceden) según el último reporte oficial.

Por su parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, comentó que hasta la fecha el día de mayor mortalidad por la enfermedad en México fue el 15 de mayo con "un poco menos de 250" fallecimientos.

Si bien tanto el presidente como las autoridades sanitarias señalaron en los últimos días que el brote se ha estabilizado en el país, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó un estudio en el que destacó que el pico de contagios por coronavirus aún no ha ocurrido y se daría entre el 31 de mayo y el 13 de julio.

De hecho, el propio López-Gatell admitió ayer en una comparecencia virtual en el Senado que el número de muertos podría elevarse a "cerca de 25.000 o 30.000", aumentando la cifra frente a pronósticos anteriores.

Pese a estas proyecciones, López Obrador insistió en que "ya falta poco" para salir de la crisis, en base a previsiones de médicos, especialistas y científicos, al tiempo que desestimó los reclamos por la ausencia de insumos. 

El mandatario explicó que el país se dirige a una "nueva normalidad" que implica comportamientos distintos y afirmó que "desde luego tenemos que continuar con las medidas" de distanciamiento social.