Si algo supimos desde el principio de la crisis sanitaria es la necesidad de, ante el escenario epidemiológico, lograr aplanar la curva de contagios; es decir, que la propagación del virus se produzca de manera extendida en el tiempo para evitar la sobrecarga del sistema de salud más allá de su capacidad para tratar a las personas y con esto, menos personas enfermas que no puedan ser atendidas apropiadamente.

A tres meses de decretado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, nuestro país registra ya más de 37 mil casos confirmados de coronavirus, con casi un 30% de pacientes recuperados. ¿En qué condiciones dejan estos números a nuestro sistema sanitario? ¿Cuál es la disponibilidad de los hospitales y clínicas privadas para absorber la actual demanda?

Para entrar en contexto, es importante destacar en relación al coronavirus que el 80% de las personas que lo tengan van a transitarlo de manera leve o moderada, el 14 o 15% puede tener alguna situación de mayor relevancia, como una neumonía, y el 5% puede tener una situación crítica, lo que implica atención en terapias intensivas. Así lo había explicado la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, en uno de los reportes diarios del Ministerio de Salud de la Nación que detallan los datos epidemiológicos, las acciones y recomendaciones en torno a la pandemia de COVID-19.

Para tales casos, el país cuenta con un número aproximado de 11.517 camas de cuidados críticos para adultos y 1.778 pediátricas. Si bien se decidió la postergación de las cirugías programadas que no fueran vitales para los pacientes, y aún teniendo en cuenta que los traumatismos descendieron abruptamente por la disminución del tránsito y que muchos prefieren dejar para más adelante las consultas que no revisten urgencia, el aumento de ocupación que se produjo en las últimas semanas de las camas de terapia intensiva está comenzando a preocupar.

Mientras que a nivel país la ocupación es del 45%, en CABA y el conurbano bonaerense, donde la densidad poblacional y la movilidad los ubican como un foco de contagios, la ocupación de camas de terapia intensiva actual ronda, en promedio, el 60%; entre los cuales el 35 y 45% corresponde a pacientes con COVID-19.

Pero la preocupación está también, de forma paralela a la ya de por sí difícil situación que enfrentamos, en los pacientes que llegan por otras causas. Por poner algunos ejemplos, en el Hospital San Martín de la Plata, el área de terapia intensiva 'no Covid' se encuentra llena; mientras que el Hospital Muñiz tiene una ocupación del 60%, el Hospital Ramos Mejía confirma que, de 16 camas, 14 están ocupadas por pacientes con COVID-19, el Cemic en este momento tiene 90% de ocupación (40% COVID-19) y en el Hospital Austral, 18 de sus 19 camas están ocupadas (cuatro con COVID-19, con neumonía y altos requerimientos de oxígeno).

¿Cómo es la situación en Chaco, Río Negro y Córdoba, provincias que le siguen a Buenos Aires en número de infectados? Según Gustavo Martínez, intendente de la ciudad chaqueña de Resistencia, la ocupación solo en esa ciudad es casi el 80% de las (270) camas de la Unidad de Terapia Intensiva —lo que implicó volver a la fase 1 del aislamiento—; mientras que a nivel provincia la ocupación es del 40%.

En Río Negro, por otro lado, el Ministerio de Salud informó que cuenta con 157 camas preparadas para la atención en terapia intensiva, entre el sistema de salud público y privado; y se estaban preparando para llegar a 250 camas UTI, un aumento posible por la capacidad de trabajo con los profesionales del sistema de salud. De su total, un 38% están ocupadas. En Córdoba, finalmente, el gobernador Orlando Benítez afirmó a través de su cuenta de Twitter, un 18,6% de ocupación. 

Considerando estos números, además de parámetros tales como los ingresos diarios a terapia intensiva, el tiempo promedio que cada uno de ellos pasa internado y la cantidad de camas disponibles; las proyecciones parecen indicar que en cuatro o cinco semanas podría colapsar el sistema de salud.

En respuesta a esta situación, desde diversas áreas del gobierno empezaron a llegar algunas respuestas. En el día de ayer, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, y el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa, brindaron el parte diario junto al Director Nacional de Gobernanza e Integración de los Sistemas de Salud, Fernando Núñez, quien anticipó que de las 11.500 camas disponibles para asistir enfermos por coronavirus hasta el momento se han ocupado el 45% a nivel país.

A su vez, afirmó que desde la cartera de salud se hará un seguimiento del sistema de monitoreo que permite determinar la cifra de camas disponibles en todo el país, mediante el trabajo conjunto entre la nación y los ministerios del área sanitaria de todas las provincias. Desde allí, se dispondrá de "un tablero de control sobre la circulación de las camas en tiempo real, para establecer el estado de ocupación", en el contexto de la evolución de los enfermos.

Finalmente, sostuvo que en las áreas donde se han autorizado algunas actividades sociales y encuentros, "se está revisando fuertemente cada uno de los protocolos" y volvió a enfatizar la importancia de cumplir con las recomendaciones para poder sostener esta autorización progresiva de diferentes actividades. "En las áreas donde hay aislamiento social, preventivo y obligatorio, también se están revisando fuertemente todos los protocolos en relación a lo que es transporte público y las actividades recreativas para poder optimizar su cumplimiento, minimizar el riesgo y minimizar la transmisión viral".

Por otro lado, el viceministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak dijo durante la mañana de ayer que ya estamos muy cerca del momento en el que hay que reducir fuertemente la circulación y que "Si no tomamos medidas ahora, puede ser que no tengamos tiempo después para tomar medidas que funcionen". Para lo cual confirmó que volverá a reunirse el equipo de Salud y que intentarán definir "en qué punto exacto" habría que "frenar todo" debido a la cantidad de casos positivos.

"Para tener un número orientativo, si logramos bajar a menos de 1.000, estaríamos bajando la curva. Si logramos tener menos contagios que ahora estaríamos bajando", finalizó.

Por último, en la entrevista concedida recientemente a Telefé Noticias, Alberto Fernández explicó que "Aumentaron la movilidad, los contagios y la ocupación hospitalaria y por eso hay que estar atentos", agregando que en el AMBA hay que bajar el tránsito de gente; motivo por el cual anunció que caducan los permisos de circulación y solo podrán viajar en transporte público los trabajadores esenciales.

Reforzando que sus decisiones no están basadas en un dilema entre la salud o la economía, sino que todas tienen el objetivo de cuidar la salud de todos los ciudadanos. "Lo estamos haciendo por la salud de todos los argentinos", enfatizó.

Más allá de las medidas implementadas por parte de los dirigentes de las distintas jurisdicciones, es importante además reconocer que el colapso depende de los contagios, y que gran parte de estos depende como actuemos nosotros.