Es una paradoja: en la localidad más cercana a la cuenta petrolera más importante del país hay habitantes que no tienen gas. Ni agua. Por ello los vecinos de Añelo, hartos de las promesas, volvieron a cortar la ruta 7 por segunda vez en veinte días.

El 6 de junio, día de los piquetes anteriores, el intendente Darío Díaz le prometió a los habitantes de Añelo que instalarían semáforos en la ruta 7, el camino que conecta Vaca Muerta con Neuquén Capital. Pero siguen esperando.

Esa ruta está desbordada. Bien temprano y a media tarde se llena de camiones y camionetas que suben y bajan a las locaciones donde empresas como YPF, Tecpetrol, Halliburton y Vista extraen gas y petróleo. 

Este martes, cuatro piquetes sitiaron ese pueblo petrolero e impiden el acceso a los pozos. El reclamo urgente es por los semáforos y reductores de velocidad, además de iluminación. Ocurre que el 3 de junio, Adrián Solorza, un joven de 26 años oriundo de San Rafael, fue atropellado en esa ruta por un camión y murió. El mendocino había llegado unas horas antes a Añelo junto a su esposa y una amiga en busca de trabajo.

La trágica muerte de Solorza generó los primeros cortes que ahora se repiten ante la falta de respuestas.

Carolina Muñoz, una de las vecinas que participa en los cortes, relató que anoche mantuvieron una reunión a la que no asistió el intendente ya que no se encontraba en la localidad. "Queríamos que esté porque él se comprometió. Sólo hicieron algunos reductores a medias, que los semáforos puede que le traigan de dos a tres días y de la iluminación poco y nada. Queremos certezas, los plazos se vencieron", advirtió.

El corte afecta el paso de los equipos pesados y vehículos relacionados a la actividad petrolera, mientras que las ambulancias, autos particulares y transporte público pueden circular sin inconvenientes.