Valentín Vidal, médico residente del Hospital San Roque de la localidad platense de Gonnet, estaba terminando su turno luego de una guardia de 24 horas. Sin embargo, se quedó porque le había prometido a los cinco hijos de su paciente con Covid-19, Norma, que harían una videollamada para que ellos pudieran despedirla. 

Norma era una paciente, de 78 años, con coronavirus que cada día empeoraba más y era no vidente, pero Valentín fue su contacto dentro de su aislamiento y la cuidó tanto como pudo. 

Fue en ese momento, antes de irse del Hospital después de tanto cansancio de trabajo, que fue a la habitación de Norma y le contó que tenía una sorpresa: sus cinco hijos detrás de una pantalla. 

El momento fue muy triste y emotivo. Los hijos pudieron despedirse de su madre por última vez, gracias al residente de primer año que se quedó unas horas más en su trabajo, pese a que su turno había terminado. 

“Fue algo muy emocionante, tenía como un nudo en la garganta. Claro me que emocioné. Más allá de los médicos estemos preparados para estas situaciones, uno no pude evitar sentir cosas. Obviamente se me caían las lágrimas, pero no se notaron por todo el equipo de protección que llevaba puesto”, dijo Valentín en diálogo con Infobae, no sin antes aclarar que no se trata de un gesto aislado que se le ocurrió sólo a él. De hecho -sostuvo- es algo que cualquier profesional de la salud hace o haría en ese tipo de episodios.

Gracias a una compañera de Valentín que publicó la historia en sus redes, se pudo conocer el gran gesto del médico. “Nada....una historia más de ésta pandemia, una historia más que merece ser contada, una historia más que demuestra que hacer medicina es mucho más que prescribir un antibiótico o colocar oxígeno”, señaló Leticia Moreda. 

Su publicación rápidamente se hizo viral, tuvo casi cinco mil reacciones positivas y 13 mil veces compartido.

Al otro día, el estado de Norma se agravó tal como se temía. Esa misma tarde, la paciente finalmente murió.