Los acontecimientos en Bolivia post golpe de Estado transitan a un ritmo tan fugaz como inestable. La crisis institucional derivada tras la salida de Evo Morales de la Presidencia no logra encontrar un piso y al momento, en un intento utópico de buscar una salida legislativa a este escenario, transitan dos realidades paralelas. 

Sobre la tarde, tras la represión seguida de impedimento de ingresar al recinto a la senadora por el Movimiento al Socialismo (MAS), Adriana Salvatierra, lo cierto es que la autoproclamada Presidenta, Jeanine Áñez, tomó las primeras medidas como mandataria en funciones. 

Por un lado, mediante el decreto 4077, fueron designados once de los veinte ministros de lo que se piensa será un nuevo Gabinete que debería únicamente convocar a elecciones teniendo un plazo máximo de noventa días para hacerlo. 

• Karen Longaric, ministra de Relaciones Exteriores
• Jerjes Justiniano, ministro de la Presidencia (abogado de Camacho)
• Arturo Murillo, ministro de Gobierno
• Roxana Lizarraga, ministra de Comunicación
• Fernando López Julio, ministro de Defensa.
• José Luis Parada, ministro de Economía
• María Elva Pinckert, ministra de Medio Ambiente y Aguas
• Yerko Núñez, ministro de Obras Públicas
• Mario Samuel Ordóñez, ministro de Desarrollo Rural y Tierras
• Álvaro Coimbra, ministro de Justicia y Transparencia Institucional

De igual manera, Áñez tomo pronta y llamativamente la decisión de renovar el Alto Mando Militar. Williams Kaliman, el general que “sugirió” al Presidente Morales que renuncie, fue relevado de su cargo. El nuevo comandante de la institución es el general Carlos Orellana Centellas. 

Los otros miembros del alto mando son Pablo Arturo Guerra Camacho, Jefe de Estado Mayor; Iván Patricio Inchauste, Comandante del Ejército; Ciro Orlando Álvarez Guzmán, Fuerza Aérea y Moisés Orlando Mejía Heredia, de la Armada boliviana.

Por el otro tránsito, en este caso político, los legisladores del MAS buscaron en el día de ayer sesionar, tratando desde esta manera marcar las prioridades del partido que dispone de 88 de los 130 diputados y 25 de los 36 senadores dentro de la Asamblea Legislativa Plurinacional. 

En este caso, el diputado uninominal por El Alto, Sergio Choque, fue designado como nuevo Presidente de la Cámara de Diputados, al tiempo que se anunció la elaboración de un proyecto de ley para ordenar que el Ejército boliviano retorne a los cuartales y deje a la Policía Boliviana la misión de preservar del orden público. 

Esto último responde lógicamente a las represiones que se están concentrado en las calles de La Paz pero que es un escenario replicado en todo el país. Sin estadísticas oficiales y con un escenario institucional superpuesto, las posibilidades de encontrar una salida política en la crisis boliviana parece cada vez más lejana.