Nicolás Pérez Gatti tenía 19 años y trabajaba como repartidor de pizzas en La Plata. El sábado a la noche entregó un pedido en una vivienda del barrio Jardín de La Plata en 81 entre 116 y 117 y, después de que la clienta cerrara la puerta, le dispararon un tiro en la cabeza.

Fuentes policiales informaron que el joven trabajaba en una pizzería ubicada a dos cuadras del lugar donde fue baleado.

La clienta que recibió el pedido, la dueña de la casa, escuchó un ruido que provenía desde afuera y salió nuevamente. Se encontró con el peor escenario: el joven estaba tendido en el piso y con la moto encima de su cuerpo.

La víctima fue trasladada al Hospital San Martín, donde en la medianoche se informó de su deceso producto del impacto de bala y las heridas ocasionadas. 

Las causas del hecho todavía se investigan pero la principal hipótesis es que se trató de un intento de robo. El hecho es investigado por la fiscal Ana Medina, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial La Plata, quien la caratuló como homicidio. 

"Hace unos meses que trabaja como repartidor y por 350 pesos y algo de propina mirá cómo terminó su vida" aseguró Beto, tío de la víctima a TN. 

Luego explicó que "hasta ahora nadie sabe nada o no quieren hablar sobre lo que pasó. Sabemos que llegó, entregó la pizza y cuando llegó a su moto nadie sabe qué pasó".

"Estamos indignados por el hecho, pedimos seguridad, estamos cansados de excusas", dijo por su parte Diego, un vecino del joven.

Un amigo de la víctima, Agustín, dijo que ese pedido entregado era uno de los últimos, que ya estaba terminando su trabajo porque debía ir a un casamiento: "Me pidió prestado unos zapatos para ir, era un tipo que buscaba su mango para mantenerse, estoy cansado de que pasen estas cosas", expresó el joven que también tiene 19 años. 

"Pido Justicia por Nicolás, era un chico súper bueno, tenía a su novia que está destrozada y su familia también", concluyó.