Un día después del inicio oficial del calendario electoral 2020 y en el marco de un discurso algo superior a una hora marcado por un clima de tensión con la oposición, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dio anoche el último discurso del Estado de la Unión de su primer mandato.

Trump dedicó buena parte de sus palabras a dar cuenta de las estadísticas económicas que tienen como destino directo el electorado que, de no haber sorpresas en las primarias republicanas, el martes 3 de noviembre decidirá la suerte del actual mandatario. 

De igual manera, y en una suerte de paralelismo con la Venezuela de Nicolás Maduro (el líder de la Asamblea Juan Guaidó dijo presente en el Capitolio) lanzó duras críticas hacia la República Bolivariana y el socialismo en general, teniendo como destinatario la figura del senador y probable candidato presidencial, Bernie Sanders. 

Sin embargo, por fuera del desplante realizado a la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Trump fue llamativamente moderado, evitando hacer referencia alguna al insólito caucus de Iowa o bien sobre el proceso de juicio político que transita. 

En términos económicos, afirmó que "el nivel de desempleo es el más bajo de los últimos 50 años", destacó el mandatario y agregó que es el menor "de la Historia" para las minorías negra, hispana y asiática. 

Lejos de reconocer que la economía había comenzado a crecer durante el segundo mandato de Barack Obama, Trump calificó de "fracasadas" las políticas del gobierno anterior y adjudicó todas las cifras positivas a su administración.

Defendió la eliminación del sistema de salud universal aprobado por el gobierno anterior y pidió al Congreso su apoyo para prohibir que los inmigrantes que viven ilegalmente puedan recibir tratamiento gratuito y otra para "prohibir el aborto" en la segunda mitad del embarazo.

"Todos debemos coincidir en que todas las vidas valen", dijo y puso como ejemplo a una mujer que tuvo un beba prematura de 21 semanas y seis meses y que fue una de sus invitadas de la noche.

Además, defendió "el derecho constitucional a rezar en las escuelas públicas" y la Segunda Enmienda de la Constitución que garantiza la compra y tenencia de armas.

Finalmente, calificó de "sin precedentes" su esfuerzo por reforzar la frontera Sur y aseguró que los acuerdos que firmó con Mexico, Honduras, El Salvador y Guatemala redujeron en un 70% las entradas ilegales desde mayo pasado.

Nuevamente equiparó inmigrantes ilegales con inmigrantes que cometieron crímenes y acusó a gobiernos locales opositores, como el de Nueva York o California, de refugiar a violadores y asesinos.

En último término, con la presencia del líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó a quien identificó como "el verdadero y legítimo presidente de Venezuela", Trump afirmó: "La dictadura de (Nicolás) Maduro será destruida. Lleve a su país el mensaje que Estados Unidos los apoya".