Pese a que la campaña de vacunación haya sido una de las más rápidas del mundo y haya permitido algunos avances como la eliminación de la obligatoriedad del tapabocas, Estados Unidos no podrá cumplir con el objetivo de vacunar con al menos una dosis al 70% de la población para el 4 de julio.

Y es que, tras varios días con noticias de que el país desecharía dosis de vacunas contra el COVID-19 y las alternativas para incentivar la inoculación como la entrega gratuita de marihuana o becas universitarias, desde la Casa Blanca dieron el anuncio menos esperado.

Esto se da puesto que en Estados Unidos buena parte de la población todavía ve con reticencia aplicarse la vacuna contra el COVID-19. De acuerdo una encuesta desarrollada entre marzo y mayo, el 23,2% de los ciudadanos de entre 18 y 39 años dijo que probablemente se vacunaría o que no estaba seguro, mientras que el 24,9% contestó que posiblemente no se inocularía o que no lo haría en absoluto.

Así, el país norteamericano, que vacuna a un ritmo de 850.000 dosis diarias, no podrá llegar con el 70% de la población con al menos una inoculación para el Día de la Independencia, ya que, según los reportes de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) son 177.635.067 personas las que recibieron la vacuna, lo que se traduce en el 53,5% de la población.

Por otro lado, son 150.424.675 las personas que ya completaron su esquema de vacunación, lo que se traduce en el 45,3% de la población y lo que les permite, de acuerdo a los CDC, "hacer cosas que se dejaron de hacer debido a la pandemia".