Alrededor del mundo, sin embargo, la situación es bien distinta, por lo que la presión para que el país suspenda temporalmente las patentes de las vacunas para que puedan ser producidas por los países menos pudientes crece cada vez más.
Desde la Casa Blanca anunciaron estudiar esa posibilidad en el marco de la búsqueda de una solución para maximizar la producción y el suministro global de las vacunas al menor coste.
"Hay muchas formas diferentes de hacer eso. En este momento, esa es una de las formas, pero tenemos que evaluar qué tiene más sentido", fueron las palabras de Jen Psaki, la portavoz del Gobierno estadounidense, refiriéndose a la suspensión de las patentes el martes pasado.
Estas declaraciones se dieron luego de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se reuniera junto al primer ministro de la India, Narendra Modi, para discutir sobre la propiedad intelectual de las vacunas y dialogar sobre el difícil momento que está pasando el país asiático producto de la peor ola que han vivido.
Debido a ello, India decidió cerrar las exportaciones de vacunas, afectando a todos los países con los que había acordado la entrega de inoculantes de Covishield, entre ellos Argentina, y pidió a Estados Unidos la entrega de insumos para combatir el colapso sanitario.