Con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno comenzó a utilizar parte de los US$ 7500 millones que ese organismo prestó a la Argentina en forma "precautoria" en junio del año pasado para reforzar las reservas internacionales, como parte del primer acuerdo stand-by.

Según estimaciones del mercado, en los últimos días, Hacienda usó unos US$ 1400 millones para cancelar deuda, entre Letes, Lecaps, Bonos Par y vencimientos con otros organismos internacionales.

• Los analistas del mercado financiero ya habían notado que las reservas del BCRA bajaban en forma notoria.

Allegados al ministro Hernán Lacunza se encargaron de aclarar que no era necesaria la aprobación del Fondo para utilizar ese dinero, pero que igualmente el organismo fue informado. Según explicaron, el acuerdo stand by contempla que esos fondos son para utilizar con fines presupuestarios y necesidades del Tesoro.

La semana pasada, tras reunirse con el presidente Mauricio Macri y Lacunza en Nueva York, el director interino del FMI, David Lipton, había dicho que Argentina iba a tener que esperar para recibir los US$ 5400 millones que el Gobierno esperaba para fines de septiembre.

En ese viaje, el ministro de Hacienda también tuvo su primer encuentro con la búlgara Kristalina Georgieva, la nueva titular de la entidad multilateral, quien se mostró muy informada sobre el caso argentino, acaso el más complejo que tiene hoy el Fondo.

Al no contar con los dólares de ese desembolso que quedó a la espera del resultado de las elecciones, el Gobierno decidió entonces comenzar a usar parte del dinero que ya estaba a disposición del Tesoro.

Las autoridades del FMI y Hacienda tienen agendado un nuevo encuentro para el 14 de octubre próximo.

Las reservas del Central se ubican actualmente en US$48.340 millones, unos US$18.000 millones menos que a mediados de agosto.