Esta mañana se confirmó que uno de los 8 argentinos que quedaron en cuarentena a bordo del crucero "Diamond Princess" que se encuentra amarrado en el puerto de la ciudad de Yokohama dio positivo en el test de coronavirus. 

Por esta razón el viajero -que estaba en compañía de su esposa- fue trasladado a un centro hospitalario "para estudios y tratamiento", informaron de la Cancillería argentina, quienes se contactaron además con la hija que reside en nuestro país. 

El ministro de salud argentino, Ginés González García, descartó la posibilidad de que el hombre traiga el virus al país: "Una vez que le den el alta no tiene posibilidades de contagio". 

También descartó la posibilidad de contagio con productos que vienen desde China, porque “el virus fuera del cuerpo humano no vive más de 10 u 11 horas”.

Lo cierto es que hay al menos 61 personas que fueron trasladadas a centros de asistencia por tener la neumonía de Wuhan.

Ximena Paredes, una mujer chilena que está a bordo del crucero Diamond Pricess dijo en diálogo con el canal TN que el hombre "estaba saludable".

Contó que "el argentino infectado reside en Buenos Aires y es una persona mayor que estaba saludable" y que viajaba en el crucero junto a su pareja.

"Lo bajaron y lo llevaron al hospital pero no estaba grave, el tema fue que su test salió positivo; por eso, tuvieron que llevarlo para hacerle los chequeos", agregó.

Paredes indicó que el test se le realiza a todos los pasajeros a bordo del crucero que estuvieron en contacto con un hombre de Hong Kong que subió al Diamond Pricess en Tokyo ya infectado. 

"El pasajero argentino tuvo la mala suerte de haber hecho un tour donde le tocó ir en el bus con él", relató la mujer, que contó que, debido a la cuarentena impuesta, no pueden abandonar sus cabinas, deben tomarse la temperatura varias veces por día y recibieron mascarillas y guantes de manera preventiva.

Paredes contó que había hecho amistad con la pareja argentina y con otra mexicana porque son muy pocos los pasajeros de habla hispana entre los 2666 viajeros que están en el crucero.

En tanto, indicó que la esposa del argentino contagiado "no entendía por qué se lo llevaban porque estaba bien de salud, sin tos ni fiebre pero el test le dio positivo". 

"Ella está en el crucero, en su cabina porque el test le dio negativo; nosotros junto a una pareja mexicana le estamos dando el apoyo; no está sola", agregó.

La mujer chilena que viaja junto a su marido recalcó que no hay ningún inconveniente con las comunicaciones y que la familia argentina pudo dialogar con sus hijos.

En la misma línea, destacó que el servicio de comidas esta funcionando perfectamente. "Me impresiona lo bien que están haciendo con la comida; son 1.500 cabinas a la que llevar desayuno, almuerzo y cena", remarcó.

Por último, Ximena adelantó que, de no detectarse un nuevo caso, la cuarentena termina el 19 de febrero, según le informaron las autoridades del crucero.

En tanto, José Luis Muñoz, otro pasajero a bordo, dijo esta mañana a Crónica TV que "liberaron Internet en el barco para que todos podamos comunicarnos con nuestros familiares".