El desesperado operativo de búsqueda de los 4 jóvenes desaparecidos en el Río Paraná a la altura de la capital de Corrientes continúa con embarcaciones de la Prefectura Naval, pescadores, familiares y amigos.

Héctor Barrientos, padre de dos de los chicos desaparecidos, en diálogo con Télam dijo: “La esperanza es lo último que se pierde, pero estamos considerando lo peor, resignados esperando encontrar los cuerpos”. 

La embarcación naufragó cuando los hermanos Antonio (26) y Cristian (23) Barrientos; su primo, Agustín Barrientos (20); un amigo, Osvaldo Maciel y el conductor de la lancha, volvían de una jornada de pesca.

El padre de los hermanos dijo que el grupo “salía siempre a pescar” y que no tenían chalecos salvavidas ni elementos de seguridad, pero que todos “sabían nadar”. Asimismo, explicó que “había mucho viento, el río estaba picado y el agua corría muy rápido”, y que en esa zona, a pocos metros de la Isla Meza, “es muy profundo”.

“Es demasiado esta tragedia que estamos viviendo, no recuperar los cuerpos sería un golpe muy fuerte y doloroso”, dijo conmovido a Télam. 

Y agregó: “El tiempo entre las 48 y las 72 horas de transcurrido el hecho es muy importante para hallar los cuerpos. Destaco que además de Prefectura, mucha gente colabora en la búsqueda, muchos de ellos pescadores malloneros”.

“Es impresionante la ayuda que estamos recibiendo, de todo tipo, nos traen combustible, alimentos, de todo. Nosotros estamos en el río, no dejamos de buscar”, concluyó el hombre que trabaja como chofer de colectivos.

El hecho tuvo lugar el pasado sábado a la tarde, cuando la embarcación con la que cinco jóvenes salieron a pescar, dio una vuelta de campana y sólo uno de ellos, en principio, logró salvarse al nadar hasta una isla.