En lo que finalmente no se logró concretar como el segundo debate presidencial a partir de que el actual mandatario Donald Trump contrajo la enfermedad de coronavirus y se negó a participar de manera virtual, Estados Unidos asistió a una noche de foros televisados marcada por la pandemia y los efectos en el país. 

De esta manera el evento se convirtió en dos foros paralelos con votantes, siendo el del candidato republicano en Miami y el del demócrata en Filadelfia.

Sin interacciones directas entre Trump y Biden, el actual Presidente afirmó: "Estamos llegando al final. Hemos hecho un trabajo fantástico (...) Las vacunas están llegando y los tratamientos están llegando", agregó. 

Simultáneamente, Biden acusó al magnate de "no hacer nada" ante el aumento de contagios y muertes.

Trump se mostró molesto ante la presión de la moderadora Savannah Guthrie sobre su respuesta al coronavirus, el supremacismo blanco, sus impuestos, y sus planes para reemplazar al programa de seguro de salud conocido como Obamacare.

En esta línea se negó a condenar a QAnon, una de las principales teorías conspirativas de la extrema derecha estadounidense que mezcla una red internacional de tráfico sexual de niños y un supuesto golpe de Estado orquestado por Barack Obama, Hillary Clinton y el multimillonario George Soros.

Su rival demócrata, en tanto, que lidera las encuestas: "Lo que voy a hacer, si soy elegido presidente, primero, y no es broma (...) será llamar a los republicanos", afirmó.

La campaña volvió a sacudirse por el coronavirus cuando la candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, suspendió sus viajes de campaña hasta el domingo "por precaución" debido a dos casos de Covid-19 en su entorno.

Por su parte Biden decidió no interrumpir sus desplazamientos a pesar de otro caso descubierto en la tripulación de su avión, una persona que permaneció "a más de 15 metros" y tenía puesta  una mascarilla.

Los dos Estados en que se desarrollaron los foros son considerados clave para ganar los comicios del 3 de noviembre donde aquellos ciudadanos norteamericanos mayores de 18 años y registrados elegirán al próximo Presidente y Vicepresidente, un tercio del Senado (33 bancas) y toda la Cámara de Representantes (468 escaños), al tiempo que las elecciones estatales y locales también estarán en disputa sobre distintos puntos del país.