El jueves el comisario Rodolfo Ramírez Fernández (42) estaba de franco, vestido de civil. Manejaba una Ford Ranger y estaba acompañado de su mujer, Débora Analía Banegas (38), y sus dos hijos que estaban sentados en el asiento trasero del vehículo. 

Frenó el vehículo en la esquina de Ricardo Gutiérrez y Reverendo Padre Arellano, en la localidad de Moreno, se bajó para tocarle la puerta a un primo de él y "dejó en marcha la camioneta, para mantener encendido el aire acondicionado", la familia esperó dentro. 

En ese momento un delincuente armado que pasaba caminando se metió en la camioneta e intentó huir con el vehículo, pero no lo logró. El comisario advirtió la situación y sacó su arma reglamentaria. El ladrón se bajó del vehículo y comenzó el forcejeo.

En esa lucha una se disparó. Los investigadores creen que podría haber sido la 9 milímetros del oficial. "Todavía no está claro dónde tenía el arma el delincuente cuando forcejeó con el comisario", dijeron las fuentes. 

En el enfrentamiento también resultó herido el ladrón, un hombre de 28 años, quien recibió un disparo en el brazo y otro en la cadera. Desde ayer está internado en el Hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno, en estado delicado.