Hallaron muerto en un celda a un hombre que en 2010 se había convertido en uno de los testigos claves de una causa en la que fueron condenados efectivos de la Policía de Río Negro por casos de violencia institucional en los que fueron asesinados tres jóvenes en Bariloche.

Este lunes el hombre identificado como Fabián Eduardo Gallardo, de 27 años, fue encontrado sin vida en una comisaría de esa ciudad luego de haber sido detenido supuestamente por poseer documentación falsa, según informaron fuentes policiales a Télam.

Los policías aseguraron que se habría ahorcado con una frazada que se les suministra a los detenidos en una celda de la comisaría 2a.de San Carlos de Bariloche, cercana al Centro Cívico.

El mismo lunes Gallardo había sido detenido a las 7.30 de la mañana por una denuncia de robo de un teléfono celular. Si bien no le encontraron el aparato telefónico, los agentes lo aprehendieron por supuesta posesión de documentos falsos.

De allí, Los policías lo llevaron a la seccional y lo alojaron en una celda junto a otro detenido, pero luego quedó solo y horas más tarde fue encontrado muerto, cerca del mediodía del mismo lunes.

Guillermo Lista, fiscal de la causa, ordenó la realización de la autopsia y le encomendó todos los peritajes a expertos de la Policía Federal, dado que el hecho ocurrió en dependencias de la Policía de Rio Negro.

También secuestró las imágenes de video surgidas de las cámaras de seguridad que se encuentran instaladas en el hall y los pasillos de las celdas de la comisaria. El jefe de la Unidad Regional Tercera, comisario Elio Tapia, explicó que "la Policía de Río Negro se brindó todo lo que pidió el fiscal" para lograr el esclarecimiento del hecho.

Por su parte, el jefe de la Policía de Río Negro, comisario general Osvaldo Tellería, explicó que "se entregó el parte diario del cuartelero a cargo de la celda de detención, donde queda registro del ingreso de personas que sean detenidas por procesos judiciales o contravenciones", explicó el comisario.

El caso de Fabián Eduardo Gallardo

En junio de 2010, con 15 años, Gallardo había sido uno de los adolescentes heridos por la represión policial durante una manifestación realizada por vecinos por la muerte de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, tras el caso de gatillo fácil contra Diego Bonefoi.

En aquel caso, Gallardo fue un testigo relevante en la causa que incluyó a altos oficiales y exjefes policiales, todos ellos condenados en un juicio oral pero que permanecen en libertad porque el fallo aún no está firme.

Desde entonces tanto Gallardo como el resto de su familia denunciaron haber recibido amenazas y actos intimidatorios constantes, que motivaron distintas denuncias.

Dos años después, en 2012, Gallardo fue “ferozmente golpeado” en la calle por efectivos de la Policía de Río Negro, según denunciaba entonces la Multisectorial contra la Represión y la Impunidad de Bariloche.