El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, organiza un importante desfile militar para las celebraciones del 4 de Julio, Día de la Independencia, con la presencia de tanques en las calles y aviones de última generación.

Trump lleva semanas generando expectativas sobre el acto, que por lo que se sabe se realizará en las escaleras del famoso monumento a Abraham Lincoln, el mismo escenario desde el que Martin Luther King pronunció su famoso discurso "I have a dream" ("Tengo un sueño") en 1963.

Según medios estadounidenses, Trump se ocupó personalmente de la organización del acto, que ocurrirá antes de los característicos fuegos artificiales y que además de tanques también contará con aviones de combate y el avión presidencial.

"Vamos a tener un gran 4 de julio en Washington. Será como ningún otro. Será especial. Y espero que mucha gente venga", anticipó Trump a periodistas en el Despacho Oval.

Trump se ha empeñado en celebrar la fecha patria con algún tipo de exhibición militar en Washington desde que quedó maravillado con el desfile en París del 14 de julio al que lo invitó el presidente francés, Emmanuel Macron, en 2017.

El año pasado le ordenó al Pentágono organizar un desfile en Washington para el 4 de julio, idea que luego quedó pospuesta al 11 de noviembre, Día de los Veteranos, y finalmente desechada al filtrarse que iba a costar cerca de 100 millones de dólares.

Estados Unidos no organiza un desfile militar a gran escala desde junio de 1991, después de ganar la primera Guerra del Golfo y con George Bush padre en la Casa Blanca.

De hecho, los desfiles militares a gran escala en Estados Unidos son algo poco habitual y reservados a celebraciones postbélicas.

Cuando Estados Unidos retiró sus tropas de Irak en 2011, el gobierno de Barack Obama no quiso organizar un desfile porque la guerra de Afganistán seguía su curso y había vidas norteamericanas en riesgo.