Poco más de 1 millón de estadounidenses solicitaron el seguro de desempleo por primera vez durante la semana pasada. Se trata de una señal de la crisis del coronavirus sigue amenazando el mercado laboral de los Estados Unidos.

El dato corresponde a un informe elaborado por el Departamento de Trabajo, quién advirtió que se recibieron 98.000 solicitudes menos que las 1,1 millón de la semana pasada.

El número de solicitudes viene superando el millón todas las semanas salvo una desde fines de marzo. Previo a la aparición de la pandemia, jamás superaban las 700.000 semanales. Más de 14,5 millones de personas cobran el seguro de desempleo tradicional -comparado con 1,7 millones hace un año-, señal de que una gran cantidad de familias dependen de los cheques del seguro para sobrevivir.

Hasta el 31 de julio, los desempleados recibían 600 dólares semanales adicionales de fondos federales aparte del seguro estatal, parte de un rescate extraordinario para ayudarlos a sobrellevar la crisis. La falta de ese pago adicional afecta gravemente a muchas familias.

Luego de aprobar un enorme paquete financiero en marzo, los legisladores republicanos y demócratas no se han puesto de acuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda. El presidente Donald Trump aprobó por decreto el 8 de agosto una versión reducida del seguro por desempleo ampliado. Al menos 39 estados aceptaron o dijeron que solicitarán subsidios federales para incrementar el pago semanal en 300 o 400 dólares.

Durante la semana pasada, casi 608.000 personas solicitaron el seguro bajo un nuevo programa que abarca por primera vez a los que trabajan por cuenta propia o de manera temporal, comparado con 525.000 la semana anterior. La cifra se reporta por separado ya que no está ajustada por estacionalidad.

Por último, el Departamento de Trabajo indicó que 27 millones de personas reciben algún tipo de seguro de desempleo, aunque la cifra podría estar inflada debido al doble conteo de algunos estados.