El pasado lunes, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que, para el 19 de abril, el 90% de los adultos del país podrá tener acceso a la vacuna contra el coronavirus.

Lo hizo saber a través de un mensaje desde la Casa Blanca, donde felicitó y agradeció a los gobernadores por el hito, puesto que la fecha para la que el demócrata esperaba tener vacunas disponibles para el 90% de la población adulta era el 1° de mayo. Ahora, esa fecha será en la que, según Biden, el 100% de los adultos tengan a disposición un inoculante.

"Me enorgullece anunciar que dentro de tres semanas, el 90% de los adultos podrán elegir vacunarse. Y el 90% de los estadounidenses vivirán a menos de 5 millas de un establecimiento para recibir la aplicación", escribió el mandatario en su perfil oficial de Presidente de los Estados Unidos.

Este último dato se debe al aumento de 17.000 a casi 40.000 en la cantidad de centros donde se aplicarán vacunas.

A pesar de estas alentadoras declaraciones, Biden suscribió a los dichos previos de la directora de los Centros para el Control de Enfermedades, Rochelle Walensky, quien se mostró alertada por los riesgos que sigue significando tanto para Estados Unidos como para el mundo la pandemia por coronavirus.

"Nuestro trabajo está lejos de estar terminado. La guerra está lejos de estar ganada. Esto es mortalmente serio. Si bajamos la guardia, las cosas se pondrán peores, no mejores. El comportamiento temerario significa que tendremos más casos durante las próximas semanas. Las personas están dejando sus precauciones, y eso es muy malo", cerró Biden. "Los casos se redujeron en dos tercios desde que asumí. Pero ahora están aumentando de nuevo. En algunos estados también están aumentando las muertes. Todos debemos hacer nuestro trabajo".