Marta Yáñez es la jueza que deberá dilucidar qué pasó con el submarino ARA San Juan, hallado en el fondo del Atlántico justo a un año de haber desaparecido. Según dijo la magistrada tras confirmar la noticia, así se termina con “un montón de elucubraciones” y las familias de los 44 tripulantes podrán “procesar el duelo”.

“Especulaciones hubo millones, como que fue desguazado en Ushuaia o que estaba secuestrado en Malvinas. Esto descarta muchas hipótesis y da un mayor grado de certeza, más allá de lo que se pueda decir”, agregó.

En declaraciones al diario La Nación, Yáñez declaró que la llamaron de la Armada a medianoche para contarle que se había encontrado el submarino, y le pidieron que no dijera nada hasta que se lo comunicaran a los familiares.

“Haberlo ubicado es una forma de que los familiares puedan procesar el duelo”.

Respecto a la ubicación del ARA San Juan, a 800 metros de profundidad y en torno a 600 kilómetros de la costa argentina, la jueza de Caleta Olivia declaró que “no es lo mismo hablar con teorías” que poder hacer el análisis con las imágenes que van a peritar los especialistas.

Ocean Infinity, la empresa contratada para la búsqueda, iba a abandonar el viernes las tareas de exploración del mar argentino hasta que en las últimas horas decidió volver a revisar diversos puntos documentados y se dirigió al lugar donde se ha hallado el punto de interés definitivo. Según la Armada, coincide con la zona desde la que se comunicó por última vez el comandante de la nave el 15 de noviembre de 2017.

“Tuvieron tiempo de revisar las imágenes de nuevo y encontrarlo“, declaró la jueza, quien hace unos meses obtuvo la declaración de un suboficial que aseguró que pudo escuchar desde el sonar de dos buques de la Armada “golpes de casco” en el mar días después de la desaparición del submarino.

“Me interesaba que verifiquen el lugar de los golpes de casco para tranquilidad de la familia y descartarlo a ciencia cierta en la investigación. Esto dio tiempo para recabar las imágenes”, concluyó la magistrada.