Las opciones para los mercados, como para la mayoría de la gente, eran dos: se postulaba Cristina o no lo hacía. El miedo para las personas de las finanzas era que se presentara y perdiera el candidato promercados, en Estados Unidos la vuelta de CFK era temida y el temor se traduce en riesgo. Con un riesgo país actual que supera los 900 puntos no parecía el mejor escenario, incluso si el crecimiento del riesgo se dio durante la gestión de Cambiemos. En el espacio nacional, debemos sumar aquellos que, incluso con críticas a la gestión actual, no están dispuestos a la vuelta de la ex presidenta.

Los anuncios del sábado movieron el tablero y la sorpresa ganó el panorama: Fernández - Fernández 2019. Cristina se baja de la presidencia pero anuncia la formula que la tendrá de vice, no era una opción antes de su anuncio. En un vídeo que no respeta las leyes del marketing político (el título no anticipa y dura 12 minutos), con tono calmado y reflexivo cambia el juego y busca que quienes realmente no la quieren de vuelta vean en sus acciones un cambio rotundo de lo que fue su figura en su segundo gobierno. Pone al frente de la fórmula a un opositor justamente de ese gobierno y pide la unidad, no sólo electoral sino un acuerdo general (esto sí se viene desarrollando desde la presentación de "Sinceramente").  

Por suerte (y por estrategia), la noticia salió un sábado a la mañana, dejando a los ahorristas e inversores el fin de semana para pensar y que la sorpresa no se vuelva una tormenta pero ¿Qué puede pasar?

Los mercados

Por un lado, puede leerse como una debilidad de Cristina, que en algún punto se esta bajando de la escena. Aunque sea la primera vez en nuestra historia que una vice anuncia la fórmula, y aunque siga siendo ella quien marca la agenda electoral, dejando al resto de los espacios con la presión de contestar, pueden leer esto cómo el paso al costado de quien tanto temen. En este caso, no habría mayores presiones en los mercados.  

Por otro lado, puede verse como el primer paso de la unión del peronismo y la frase "el peronismo unido siempre gana" toma la escena. En este caso puede haber más presiones en el mercado cambiario, aunque sería un peronismo con la presidencia de Alberto Fernández, figura más amable para los mercados de lo que es Cristina Fernández.

También es cierto que durante el fin de semana estuvieron quienes vieron esto cómo un juego más, donde el precandidato a presidente pareciera un títere de CFK. Un análisis un poco tirado de los pelos siendo que no está poniendo a alguien con quien le sobran acuerdos sino más bien a una figura que viene negociando hace tiempo con el resto del peronismo. Los vídeos de criticas de Alberto al último gobierno kirchnerista disiparon esta visión. Aunque es cierto que la simple participación de Cristina, incluso de vice, puede traer presiones. 

Algo importante a decir es que, más allá de las presiones que puedan, o no, existir, estamos ante un Banco Central con una cintura de 250 millones de dólares para intervenir y dejar a la divisa dentro de la zona de referencia, es decir, por debajo de los $51,45. Poder de fuego que nunca uso desde que lo anunció a fines del mes pasado pero que la cercanía a las elecciones prometen hacerla necesaria. 

No termina hoy ni mañana, falta la respuesta del resto de los espacios políticos y si bien una buena parte del peronismo ya guiñó el ojo a esta nueva fórmula (incluso Sola y Rossi bajaron sus precandidaturas) falta la respuesta de Schiaretti y Urtubey se mantiene lejos de cualquier fórmula que incluya a CFK. Massa se mostró abierto a dialogar, con lo que quiera decir esto. Ahora que no esta Cristina encabezando la lista resta ver que estrategia tomará Cambiemos, ¿se postulará Macri o saldrá finalmente el plan Vidal?