El martes pasado, un panel médico de asesores del Gobierno de los Estados Unidos aprobó de manera casi unánime (hubo una abstención) una recomendación para que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorice la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer en niños de 5 a 11 años.

Y es que, si bien el riesgo de COVID-19 grave es menor en niños que en adultos, se registraron casos con más de 8.300 hospitalizaciones (un tercio requirió cuidados intensivos), por lo que la aprobación del inoculante en ese rango etario es considerada urgente.

Amanda Cohn, de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), declaró, luego de votar a favor: "Para mí está bastante claro que los beneficios superan el riesgo cuando oigo hablar de niños que están siendo ingresados en la UCI y de niños que están muriendo".

Ahora, la FDA deberá emitir su propia decisión al respecto, que se espera sea el 1° de noviembre, y más tarde los CDC deberán a someter a escrutinio la inmunización a este grupo de edad y comenzar con la distribución de la vacuna de Pfizer para niños que, para diferenciarla de la de los adultos, tiene una tapa y un empaque naranja.

Así las cosas, según afirma AFP, los estados se están preparando para distribuir las aproximadamente 28 millones de dosis que compró la administración de Joe Biden apenas ambas entidades den luz verde. En caso de darlo, los primeros niños estarían totalmente protegidos para las fiestas de Navidad.