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Este viernes falleció el príncipe Felipe de Gran Bretaña, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II. Tenía 99 años y murió en su residencia, el Castillo de Windsors. En sus casi 100 años, que hubiera cumplido el próximo 10 de junio, llevó una vida de película y atravesó cientos de experiencias que merecen ser recordadas.
Había ingresado al hospital King Edward VII el 16 de febrero tras haberse sometido a una cirugía cardíaca de la que se estaba recuperando. El 16 de marzo abandonó el hospital privado para trasladarse a su Palacio. "Es con profundo pesar que Su Majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo", dice un comunicado del Palacio de Buckingham.
Nació en 1921 en Corfú, Grecia, en el seno de una familia real cuya dinastía ya no existe y de la que él y sus parientes contemporáneos fueron la última generación. Aunque nació en dicho país su ascendencia no es griega de sangre, sino inglesa, rusa, alemana/prusiana y danesa.
Su título nobiliario de nacimiento fue Príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca. Su padre portó el mismo título y su madre fue la Princesa Alicia de Battenburg. Felipe es el menor de cinco hijos y el único niño.
Su familia dejó Grecia cuando tenía 18 meses ya que debieron huir cuando el rey Constantino I de Grecia se vio obligado a abdicar después de una revuelta de las fuerzas militares. Se mudaron primero a París y luego, en 1928, a Inglaterra.
De forma lejana está emparentado con la que fue su esposa por más de 73 años. Ambos son tataranietos de la reina Victoria, es decir que son primos terceros. Particularmente, él es el tataranieto de mayor edad de la reina Victoria.
En 1942 fue ascendido a primer teniente y oficial ejecutivo de la milicia británica y participó con tan solo 20 años en los desembarcos aliados en Sicilia durante la Segunda Guerra Mundial.
En noviembre de 1947 se casó con la Reina Isabel II y tuvieron cuatro hijos: Carlos, príncipe de Gales (14 de noviembre de 1948); Ana, princesa (15 de septiembre de 1950); Andrés, duque de York (19 de febrero de 1960) y Eduardo, conde de Wessex (10 de marzo de 1964).
Para casarse debió renunciar a todos sus títulos y convertirse en un ciudadano británico naturalizado y plebeyo. Por eso, pasó a usar el apellido Mountbatten, una traducción al inglés del apellido de soltera de su madre.
De 1939 a 1953 rindió servicios militares y fue parte de la Royal Navy británica. Su verdadera pasión era volar: después de ganar sus alas de la RAF en 1953, Felipe registró más de 5.900 horas en 59 tipos diferentes de aviones en los próximos 44 años.
Además, mostraba interés en otras áreas como la pintura, la conservación del medio ambiente, los caballos (afición que compartía con su esposa) y la navegación. Escribió libros sobre pájaros, el medio ambiente, la conducción de carruajes y varios temas más.
En junio de 1952, es ascendido a comandante, pero su carrera naval termina con la muerte del rey Jorge VI y la ascensión de su esposa al trono el 6 de febrero que lo convirtió oficialmente en príncipe de Gran Bretaña.
Si pensabas que su título ya era muy pomposo, acá va su título nobiliario completo: su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich, caballero de la Liga, caballero del Cardo, Orden del Mérito, caballero Gran Cruz de la Orden del Imperio Británico, compañero de la Orden de Australia, compañero de la Orden de Servicio de la Reina, consejero privado.
Felipe fue el consorte británico con más años de servicio, superando a la esposa del rey Jorge III, la reina Charlotte. El 10 de junio de 2011, en su cumpleaños número 90 se convierte además en el consorte real más antiguo.
El 4 de mayo de 2017 el Palacio de Buckingham anuncia que Felipe dejará la vida pública a sus 96 años. Sus problemas de salud estuvieron muy presentes en el último tramo de su longeva vida y debió ser ingresado en el hospital en múltiples ocasiones por una variedad de razones, incluso para un reemplazo de cadera.
En 2019 sufrió un accidente de auto cuando su vehículo chocó con otro que transportaba a dos mujeres, de 28 y 45 años, así como a un bebé de nueve meses. Aunque no hubo heridos de gravedad Felipe debió entregar su licencia de conducir.
En sus siete décadas de servicio, Felipe fue el fiel compañero de la reina que lo elogió como su «constante fuerza y guía». Dicen que era conocido por sus ácidos e ingeniosos comentarios que solían caer mal entre los miembros reales. Hoy falleció tras casi un siglo de una vida de servicio a la corona británica.
Mientras tanto, los consumidores se preparan para enfrentar un aumento del 4,5% a partir del próximo lunes.
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