Con un discurso enardecido, el primero tras la crisis política que se desató la semana pasada, y frente a la militancia, el presidente Alberto Fernández inauguró la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ).

Allí, en territorio bonaerense, uno de los puntos centrales donde el Gobierno intenta revertir el revés electoral de las PASO, el jefe de Estado defendió las flexibilizaciones anunciadas ayer por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y el flamante jefe de Gabinete, Juan Manzur, y apuntó contra las críticas de la oposición: "Quienes nos acusaban de encerradores, ahora nos acusan de libertinos". La oposición denuncia que se trata de una medida que se toma con fines electorales.

"Podemos ir poco a poco recuperando nuestra cotidianeidad; eran medidas que pensábamos tomar antes, en función de la situación epidemiológica", explicó el mandatario.

Fernández reiteró que el Gobierno "escuchó el mensaje" que ha recibido en las PASO y remarcó que, tras la derrota, no cerró el Ministerio de Trabajo, sino que promovió "un acuerdo entre trabajadores y empresarios para el aumento del salario mínimo, vital y móvil". "Eso es para que los salarios crezcan y le ganen a la inflación", subrayó.

Con un nuevo gabinete y una serie de anuncios que comenzó ayer con la flexibilización de las restricciones impuestas para frenar el avance de la pandemia, y que incluirá medidas económicas, el Gobierno intenta renovar la campaña y dar vuelta la elección.