¿Qué decir de Maradona que no se sepa ya de memoria? Es parte de la historia argentina y del fútbol mundial. Todas y todos sabemos parte de su vida, recordamos algún gol o utilizamos sus frases como parte de nuestro vocabulario de todos los días.

Sabemos que su sueño era jugar un mundial, que le cortaron las piernas, que tiene una relación compleja con las drogas, que se equivocó y pagó, que dice ser chavista, que puede pelearse a muerte con los que antes decía amar y que tiene una gran descendencia. Maradona encarna gran parte de la fantasía nacional y es quizás el ejemplo más extremo de cuán contradictorios podemos ser los seres humanos.

En esta nueva edición de Filo.explica, Lalo Mir debate sobre la figura de Diego Armando Maradona, el mito viviente, el dios de algunos, el rebelde, el polémico, el de las frases memorables y violentas.

Diego Maradona se retiró de su carrera como futbolista profesional en 1997, hace ya 23 años. Muchos de sus fanáticos actuales solo lo vieron jugar en videos de YouTube.

Pero Maradona sigue generando pasiones extremas sin importar el paso del tiempo. Donde va Maradona, todo se revoluciona y su mera presencia modifica el tiempo y el espacio.

Sin embargo, Diego sólo quería jugar a la pelota para así poder comprarle una linda casa a su papá y mamá y dejar su humilde barrio. Pero, para lograr esto, con Diego no alcanzaba, y necesitó de Maradona, el del tobillo, el del gol a los ingleses, el de la mano de Dios, el rebelde, el polémico, el de las frases memorables y violentas. Gracias a Maradona, Diego, el que quería dejar Fiorito y ayudar a su familia, logró su sueño.

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