Tras el rebrote que está sufriendo gran parte de Europa por el coronavirus, el Gobierno Frances declaró ayer a París y Marsella como zonas de circulación activa del virus y en las grandes ciudades ampliarán el uso de barbijo para todas las personas que circulen en las calles.

En los últimos días llegó a niveles de contagios que no se vivían desde mayo, cuando atravesó en peor momento de la pandemia. El viernes se confirmaron 2.846 positivos, por encima de los 2.669 del jueves, de los 2.524 del miércoles y de los 1.397 del martes, con lo que en una semana suman 12.947.

Solamente unas horas bastaron para que las autoridades tomen la decisión de que quede de manera obligatoria el uso de barbijo en las zonas más transitadas incluyendo los que rodean el museo del Louvre. Y advirtieron: "si la situación empeora más, llevar mascarilla podría ser obligatorio en el conjunto de la capital".

Además, la agencia de noticias EFE confirmó que podrían prohibirse las reuniones o manifestaciones de más de diez personas si no se cumplen las reglas de seguridad.

Debido a este aumento de casos en Francia, el Reino Unido decidió imponer una nueva cuarentena de 14 días para todos aquellos que lleguen al país desde Europa continental. 

Esta decisión provocó el descontento del Gobierno francés, que en una declaración de la Cancillería lamentó la aplicación de esa cuarentena y reiteró que, por su parte, "rápidamente" impondrá "medidas de reciprocidad".