El aumento de contagios en Francia parece no tener techo. Luego de los casi 180.000 casos de ayer, el país europeo alcanzó hoy un nuevo récord de contagios y reportó 208.000 en las últimas 24 horas.

La cifra no sólo es récord en el país, sino en toda Europa.

"Teniendo en cuenta las cifras que estamos registrando en los últimos días, yo lo llamaría un maremoto", dijo el ministro de Salud, Olivier Veran. Cada segundo, afirmó, dos personas en Francia dan positivo por COVID-19.

El funcionario indicó que la situación en los hospitales era preocupante debido a la variante Delta, pero que, hasta el momento, no se percibe un impacto de Ómicron en las redes de salud. Advirtió, no obstante, que la temporada de gripe complicará aún más las cosas para los hospitales.

"El virus circula demasiado", insistió.

Debido al incremento de contagios, el Gobierno francés informó hoy que las discotecas permanecerán cerradas tres semanas más desde el 3 de enero.

El anuncio llegó horas antes de que el Parlamento francés empiece a debatir hoy una nueva ley que requiere un "pasaporte de vacunación", y ya no un test negativo, para acceder a restaurantes, cines, museos y otros lugares públicos en un intento por animar a la población a vacunarse contra la Covid-19.

Los cerca de 1.600 clubs nocturnos del país llevaban cerrados desde el 6 de diciembre por un periodo inicial de cuatro semanas coincidiendo con el periodo navideño, a fin de evitar la propagación del virus, cuya variante Ómicron se ha revelado especialmente contagiosa.

Pero ayer, Francia registró 179.807 nuevos casos en 24 horas, un aumento exponencial frente a los 100.000 casos del sábado.

Enfrentado a esta disparada de casos, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron anunció esta semana una serie de restricciones que entrarán en vigor la próxima, después del Año Nuevo, entre ellas que los grandes eventos se limitarán a 2.000 personas en lugares cerrados y 5.000 al aire libre.

También se prohibirá comer y beber en los teatros, en los recintos deportivos y en el transporte público; y trabajar desde casa será obligatorio al menos tres días a la semana siempre que sea posible.