La Justicia Federal comenzó a investigar al joven de 22 años que ayer por la noche obligó a poner en cuarentena a todo un barco de la empresa Buquebus luego de escaparse de la cuarentena en Uruguay, mentir sobre su procedencia e intentar entrar a Argentina.

El hombre fue reconocido como Luca Singerman, de 22 años y jugador de rugby en un club de la Capital Federal. 

Ahora se encuentra recluido en el Sanatorio Agote y se arriesga a una acusación que prevé como pena máxima unos 15 años de prisión, ya que efectivamente estaba contagiado de coronavirus.

La investigación la lleva adelante la fiscal Alejandra Mángano junto al juez federal Luis Rodríguez. 

Desde el ministerio de Seguridad incluso analizan la posibilidad de embargarlo preventivamente para hacer frente a posibles demandas civiles que realicen los probables contagiados por Singerman. 

En el mismo barco que el joven, viajaban dos mujeres que fueron detenidas por haberse negado a realizarse las pruebas reglamentarias por el coronavirus. El gobierno nacional las había derivado al Hospital Muñiz para dichos estudios.