El hecho sucedió hace un mes en Godoy Cruz. Un policía mató a un delincuente cuando este intentó asaltar el minimarket de una estación de servicios, pero también disparó a Luciano Franchetti, un empresario gastronómico que había entrado por un chocolate. 

La víctima estuvo semanas internado en el Hospital Central por graves heridas en su hígado. Tras su recuperación, fue dado de alta. Sin embargo mientras estuvo en el nosocomio exigió que "el policía pagara las consecuencias". De hecho, manifestó que "ya no creía en la justicia" y aseguró que el efectivo nunca dio la voz de alto antes de dispararle. 

Finalmente, este miércoles, el policía Juan Fuentes quedó imputado por el delito de "lesiones graves culposas". El fiscal Horacio Cadile consideró que el hombre no tuvo la intención de matarlo, aunque sí actuó con negligencia. 

Esta carátula implica una pena que va de los 6 meses a los 3 años de prisión, por lo que se trata de un delito excarcelable. El acusado permanecerá en libertad durante el proceso, pero el fiscal impuso una caución juratoria. Eso significa, entre otras cosas, que deberá presentarse cada 15 días en la Justicia. 

Mientras tanto, la Inspección General de Seguridad también lleva adelante una investigación para determinar cuál será el futuro de Fuentes dentro de la fuerza policial de Mendoza.