El sector industrial tuvo un comienzo de año difícil, manteniendo la caída que experimenta la producción industrial desde mayo de 2018. Si comparamos enero con diciembre la caída fue del 4,7% pero comparado con el mismo mes del año anterior la pérdida es del 8,8% según lo presentado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

Los rubros más perjudicados fueron los de material de transporte (-17,7%), productos de madera y muebles (-16,5%), y calzado y marroquinería (-15,5%). En términos generales la industria en nuestro país funciona a media maquina, siendo que el uso de la capacidad instalada se redujo a 52,9%.

¿Las causas? La mayoría de las PyMEs consultadas coincidieron en que "el descenso en la demanda interna fue muy fuerte" y que las exportaciones tampoco repuntaron como para compensar la debilidad del mercado interno.

Según la Encuesta Mensual Industrial de CAME, bajó la cantidad de industrias con rentabilidad. En enero de este año sólo el 30,6% de las industrias presentaban una rentabilidad positiva, frente al 33,5% de diciembre. En cambio, 31% tuvo rentabilidad negativa y 38% nula. Por lo tanto, son la minoría quienes obtienen ganancias en el contexto actual.

Ante la falta de ventas muchos empresarios continuaron liquidando stocks por debajo del precio de equilibrio para generar liquidez, esto es lo que pone en peligro la rentabilidad y con ello la sostenibilidad de la empresa. Los compromisos financieros e impositivos son uno de los principales obstáculos que enfrenta el empresario, con presiones constantes para cumplir con sus pasivos sin posibilidad de hacerlo con el flujo de ingresos que está generando el negocio.

Si bien solo una pequeña parte de las firmas consultadas consideró que las ventas van a crecer en los próximo meses, las expectativas sobre el dólar, una variable sensible para el productor, se mantuvieron estables: el promedio de los industriales espera que se ubique en $49,8 a fin de año.

En cuanto a la inversión, sólo 22% de pymes manufactureras tienen previsto realizar nuevos proyectos o desembolsos para mejorar las capacidades de su empresa, y otro 12,4% lo está evaluando. En total, la proporción de firmas posiblemente inversoras del año es de 34,4%, casi diez puntos menos de lo que había en diciembre en base a las respuestas brindadas por los empresarios.

Según la encuesta "las perspectivas hacia adelante no terminan de consolidarse: sólo 25% de las empresas cree que la producción de su firma aumentará en los próximos seis meses, en función de cómo vienen los pedidos y el mercado". En paralelo, las causas que ponen en peligro a las empresas (caída de la demanda y dificultades para exportar) se profundizan y la promesa de un mejor segundo semestre parece cada vez más lejana.