Integrantes de las principales fuerzas de la centroderecha italiana dejaron atrás las dudas sobre su apoyo a la campaña de vacunación del Gobierno de Mario Draghi y salieron a respaldar el plan de inmunización y el "pase verde" obligatorio que entrará en vigencia en agosto.

Tras que la referente de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el líder de la Liga, Matteo Salvini, recibieran en las últimas horas la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus, hoy fue el expremier y creador de Fuerza Italia, Silvio Berlusconi, quien manifestó su respaldo al plan de vacunación.

"El pase verde es una medida de buen sentido a la que somos absolutamente favorables así como es", sostuvo Berlusconi.

El Gobierno de Draghi, que integran, entre otras, las fuerzas de Salvini y Berlusconi, dispuso que desde el 6 de agosto será obligatorio tener un "pase verde" para asistir a eventos en lugares cerrados, incluidos restaurantes.

Contemplando además que este certificado será accesible solo con vacuna o con un test negativo en las últimas 48 horas, Berlusconi afirmó que "el Gobierno está dando una respuesta de alto perfil tanto desde el punto de vista de la salud, con una adecuada campaña de vacunación como la que pedimos". 

"Me preocupa que el país se parta en la más absurda de las polémicas, la de las vacunas. Es completamente ilógico dar un calibre ideológico o político a una cuestión que es puramente científica", agregó el expremier.

El empresario aprovechó además para criticar las movilizaciones antivacunas: "Lo que más me entristece, habiendo dedicado toda mi vida a las batallas por la libertad, son las palabras de quienes se oponen a las vacunas y al pase verde, pero también la obligación de llevar máscaras y el distanciamiento, como una cuestión de libertad".

"Como si no vacunarse, no adoptar precauciones elementales, fuera una elección que no tiene consecuencias para los demás", argumentó el exdueño del club de futbol A.C. Milan.

El apoyo de Berlusconi al "pase verde" y el anuncio de la vacunación de Meloni y Salvini se da mientras los sectores de la ultraderecha y movimientos antivacunas salieran a las calles de varias ciudades a criticar las medidas sanitarias.

En ese marco, la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, advirtió que "las protestas no están autorizadas" y rechazó que el país esté "en una dictadura sanitaria" como plantean los grupos antivacunas.