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Jubilados: ganadores y perdedores del aumento por decreto

Su comparación con respecto a la inflación esperada y con la fórmula suspendida

Jubilados: ganadores y perdedores del aumento por decreto

El aumento en las jubilaciones a partir del mes de junio será del 6,12 por ciento y se aplicará de manera uniforme para todo el universo de los haberes. De esta manera, la jubilación mínima pasará a ser de $16.864 y la máxima de $118.044. 

“Este incremento, acumulado con marzo, permite que las jubilaciones mínimas crezcan un 19,9 por ciento. Estamos proyectando para junio una inflación del semestre del 14,4 por ciento, por lo que el incremento en las jubilaciones mínimas es en términos reales del 5,1 por ciento”, indicó el ministro de Trabajo Moroni durante la conferencia de prensa realizada este lunes. En la misma línea, Fernanda Raverta, titular de Anses, señaló: "podemos decir que más del 80 por ciento de los jubilados le va a ganar a la inflación".

Sin embargo, si se realiza una comparación entre el nuevo aumento con relación a la fórmula de movilidad suspendida, todos los jubilados y pensionados tienen una pérdida de ingresos. Esa diferencia de ingresos se acrecienta a medida que el monto jubilatorio es mayor. Arranca con pérdidas de $ 541 para el haber mínimo y llega a $ 14.032 mensuales para el haber máximo. La causa de esta situación es que, con la fórmula suspendida, el aumento acumulado de marzo y junio hubiera sido del 23,72% (11,56% en marzo y 10,9% en junio) frente a un incremento del 19,9% para la mínima y el 10% para la máxima otorgados por decreto en total.

La comparación con la fórmula suspendida es necesaria, ya que los aumentos según esos índices constituyen un derecho adquirido de todos los jubilados y pensionados, debido a que corresponden al segundo semestre de 2019, ya que la fórmula se aplicaba con un retraso de 6 meses. La ley de Emergencia que la suspendió fue promulgada el 23 de diciembre pasado, cuando esos aumentos ya habían sido devengados en un 99%. De esta forma, los reclamos judiciales que se realizan contra la medida se fundamentan en que las leyes no pueden aplicarse de forma retroactiva.

En estos cálculos no se incorporan los bonos extraordinarios que se otorgaron a los que menos cobran. La razón de su exclusión es que estos montos no se integraron a los haberes, fueron una compensación por única vez. Si los integramos, la pérdida se mantendría para todos los haberes que en diciembre pasado superaban los $ 19.000. Un universo de más de 2,5 millones de jubilados y pensionados.

En este sentido, el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino plantea que “este nuevo 'aumento' no hace más que mantener el achatamiento de la pirámide que se había consolidado a principios de año con la suspensión de la movilidad jubilatoria. No se trata entonces de discutir si el porcentaje otorgado le gana o no a la inflación del último período, sino de dejar en claro que según la suspendida ley de movilidad la totalidad de los jubilados y jubiladas deberían estar recibiendo un porcentaje mayor, en algunos casos mucho mayor”.

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