Un juez de la localidad cordobesa de Corral de Bustos y su esposa fueron agredidos a mazazos, a golpes de puño y hasta con palos por un sujeto al que el magistrado le secuestró hace dos meses el automóvil por conducir en estado de ebriedad.

Fuentes policiales informaron que las víctimas son el juez de Competencias Múltiples Claudio Gómez y su mujer, quienes se encontraban hasta el mediodía del sábado internados con múltiples heridas, pero fuera de peligro.

En tanto, un hombre identificado como Ramón Senegas fue detenido por el ataque. El hecho se produjo el viernes por la noche en una vivienda ubicada en la avenida Italia al 500 de la localidad cordobesa de Corral de Bustos, departamento de Marcos Juárez, ubicado a 280 kilómetros al sur de la capital cordobesa.

El magistrado festejaba el cumpleaños de su esposa con varios familiares cuando apareció Senegas y comenzó a golpear la puerta de entrada de la casa con una maza hasta tirarla abajo.

Al ingresar en la casa, empezó a agredir al juez a mazazos, con un palo y a trompadas. La mujer de Gómez se puso en el medio para evitar que el atacante continuara golpeando a su marido y también fue agredida, detallaron los voceros policiales. 

Personal policial arribó a la vivienda alertados por la situación y el agresor ya se había escapado, pero minutos después fue detenido por la Guardia Urbana, al tiempo que la pareja golpeada fue trasladada a distintos centro de salud, donde permanecían fuera de peligro.

En ese sentido, Gómez fue internado en el hospital de Villa María con traumatismo de cráneo y cortes en el cuero cabelludo, por lo que fue suturado y sometido a varios estudios. En tanto, la esposa sufrió una fractura en el antebrazo izquierdo y en un dedo y se recuperaba en un centro asistencial de Corral de Bustos.

Los investigadores determinaron que el atacante había llegado a la vivienda con una moto a la que le había anexado un carro para poder trasladar la masa y el palo con que se produjo el ataque.

Intervino en el hecho el fiscal de Corral de Bustos, Pedro Guerra, que determinó que el atacante había sido detenido hace dos meses por la Policía de Tránsito cuando manejaba en estado de ebriedad.

En aquella oportunidad, el sujeto fue trasladado a la comisaría zonal y le secuestraron el auto, pero mientras estaba haciendo los trámites correspondientes y aprovechando una riña que se produjo en la seccional, se escapó con el vehículo, que estaba estacionado en el patio de la dependencia policial.

Posteriormente, fue apresado nuevamente y estuvo en esa condición por algunos días tras la orden del juez Gómez, quien se negó a entregarle el automóvil por problemas con la documentación que presentó.

El fiscal Guerra ordenó una serie de estudios y pericias para el agresor, con el objetivo de tratar de determinar sus condiciones psicológicas y psiquiátricas.