Aun cuando aclaró que no contaba con pruebas de irregularidades, el secretario de Justicia y fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, allanó el camino para indagar eventuales denuncias al respecto de las elecciones presidenciales ocurridas el último martes 3 de noviembre. 

La decisión del secretario liberó a los fiscales de antiguas restricciones para esa clase de investigaciones, en medio de la polémica generada por Trump y sectores del Partido Republicano que denunciaron anormalidades electorales sin presentar evidencia.

“Dado que las votaciones en las actuales elecciones concluyeron, los autorizo a investigar denuncias significativas de irregularidades en el voto y en el proceso de recuento, antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones”, dijo Barr.

El funcionario advirtió que “estas investigaciones o revisiones deben ser conducidas cuando haya denuncias que sean claras y aparentemente creíbles de irregularidades, que si se comprobaran ciertas, podrían potencialmente tener impacto en el resultado de la elección federal en un determinado estado”.

Biden Presidente

En una elección en la que con el 95% contado se registraron cerca de 147 millones de votos, Joe Biden se convirtió en el Presidente más votado en la historia del país (con 75.5 millones), un número que lógicamente retrata la altísima participación, estimada en un 66,4%. 

Finalmente, el 68% de la participación total fue por adelantado, en tanto 101 millones de sufragios fueron emitidos de esa manera (65 millones por correo).

Los resultados arrojan además que la Cámara de Representantes será dominada por el Partido Demócrata. Por su parte, el Senado se definirá  el 5 de enero (de momento hay 48 bancas por espacio) cuando se vuelva a votar por las 2 bancas del Estado de Georgia. 

En caso de que el Partido Demócrata logre obtener al menos uno de los dos representantes, se estima tendría una mayoría dado que Kamala Harris, vicepresidenta electa, podrá emitir el eventual voto de desempate. 

Sin una aceptación por parte de Trump pero sí de buena parte de la comunidad internacional, el presidente electo Biden planea comenzar esta semana a establecer su administración, poniendo en marcha decisiones de personal destinadas a acelerar su agenda política tan pronto como reemplace al presidente Trump en la Oficina Oval el 20 de enero del 2021.