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La desidia estatal juega con la vida de miles de personas vih positivo

Desde el 2016 faltan medicamentos y ahora reactivos para realizar análisis de carga viral. Estos análisis son fundamentales para poder hacer un conteo y un seguimiento del virus de vih y su ausencia, un peligro. Filo.News habló con uno de los coordinadores de la Asociación Ciclo Positivo sobre la situación del vih en nuestro país. 

 

La desidia estatal juega con la vida de miles de personas vih positivo

Mi mamá tiene VIH hace 23 años. Durante distintos momentos de su tratamiento y con el correr de los gobiernos, tuvo etapas de peligro al faltarle algún que otro medicamento. Estas ausencias suceden, generalmente, durante épocas de crisis económicas de nuestro país. 

Y si hablamos de recortes y desfinanciamiento, hablamos del gobierno de Mauricio Macri. Mi mamá, jubilada, hoy no puede hacerse uno de los estudios claves para su tratamiento y, si bien hace ya bastante que el virus se encuentra indetectable en su sangre, el análisis de carga viral es necesario para asegurarse de que eso continúe siendo así. 

Pero Inés no es la única que pasa por esta situación. No es PAMI la única obra social que no está permitiendo que estos estudios se lleven adelante, este faltante lo vive todo el país de punta a punta. La ausencia de reactivos para poder medir la carga viral de las personas con VIH es general para quienes reciben insumos del Estado y está avalada por el gobierno que, sin pelos en la lengua, "avisó" que recién habrá nuevos reactivos en enero del 2020. 

Para entender un poco más cómo es la situación de las personas con vih positivo, Filo.News habló con Matías Muñoz, abogado, militante y Coordinador de la Asociación Ciclo Positivo.

Compromiso no cumplido

En el año 2015, Argentina junto a todos los Estados de las Naciones Unidas, acordaron nuevas y ambiciosas metas de diagnóstico y tratamiento del VIH. Con el fin de reducir las nuevas infecciones y mejorar la calidad de vida de las personas con VIH nuestro país se comprometió a la meta "90-90-90". La cual significa tres cosas: que el 90% de las personas que vivan con vih estén diagnosticadas, que de ese 90%, el 90% tenga acceso al tratamiento y de ese 90%, que el 90% pueda tener la carga viral indetectable, es decir que el tratamiento sea efectivo de modo tal que esa persona pueda tener una buena calidad de vida y además no transmita el virus a otras personas. 

"En ese marco de compromiso internacional, Argentina, desde el año 2016, empezó a tener faltantes de algunos  medicamentos. Desde las distintas organizaciones, especialmente quienes estamos nuceladas en el Frente Nacional por la Salud de las Personas con vih, nos manifestamos en el 2016, salimos a la calle a exigir que vuelvan a poner los medicamentos que estaban faltando y lo logramos. Fue a partir de la movilización en las calles y con el compromiso de algunos medios de comunicación", recuerda Muñoz.

Pero ese problema volvió a suceder. Porque Argentina y porque los recortes en la salud pública suceden como una de las primeras medidas a la hora de una crisis profunda. "En febrero del 2017 pasó de nuevo. En ese caso armamos un plan más que nada con los medios de comunicación, que terminó con la renuncia de Cecilia Loccisano, la esposa del exministro de Trabajo Jorge Triaca, al cargo de subsecretaria de Coordinación Administrativa del Ministerio de Salud", relata el letrado. 

Deja vú. En septiembre del 2018, nuevamente distintas organizaciones por los derechos y la salud de las personas con vih entre otras infecciones de transmisión sexual, salieron a la calle a denunciar que el presupuesto que se cerraba, se cerraba mal. Que ese número no iba a alcanzar para cubrir todos los gastos que conlleva un seguimiento y acompañamiento digno a las personas vih positivo. "Ese presupuesto, sabíamos, no iba a alcanzar para cubrir todos los gastos que demanda la atención y el seguimiento de las personas con vih así como otras personas con infecciones de transmisión sexual, hepatitis y tuberculosis. Y así pasó. En junio de este año empezaron a faltar los medicamentos, específicamente una combinación de dos drogas que en Argentina la toman más de 9 mil personas", agrega Muñoz. 

Durante semanas, miles de personas al rededor del país no pudieron tomar estos dos medicamentos poniendo así en riesgo su salud. "Si bien la situación se regularizó, faltan otras drogas. Además, a la gente le fraccionan los medicamentos (les dan sólo algunos blisters o les abren los frascos) o los cambian de tratamiento. Muchas veces puede llegar a ser bueno porque por ahí el medicamento es mejor, pero en general, es perjudicial. Porque las variaciones de medicamentos no por necesidad sino porque 'no hay' complican todo. No sólo la salud del paciente a nivel carga viral o defensa sino también la salud integral. Es muy feo ir a una farmacia y que te digan que no tienen ese medicamento que muchas veces te mantiene vivo. Es violento y muy angustiante", denuncia el coordinador de Ciclo Positivo

La información es poder 

Y si todo estaba poniéndose difícil, el 5 de septiembre del 2018, empeoró. El Ministerio de Salud, en una suerte de intento de achicar la plata estatal por parte del macrismo, se convirtió en una Secretaría de Salud. Y a la faltante de medicamentos se le sumó la faltante de insumos en todos los hospitales del país. 

En este caso hablamos de medicación, insumos y prevención para erradicar y mejorar la calidad de vida de las personas vih positivo pero la situación crítica también la viven pacientes de toda índole en la salud pública. 

"Además de tener que tomar la medicación, tenemos que hacer un seguimiento de las defensas y de la cantidad de virus en sangre. Esto se mide con reactivos, que se llaman reactivos de Carga Viral. Esos mismos son los que hoy faltan. La actual Secretaria no tiene la previsión de poder distribuir estos reactivos por lo menos hasta el año que viene. Tiene que ver con una falta de decisión política para que las personas con vih podamos hacer un seguimiento de nuestra salud. Hay un abandono absoluto por parte del Estado", indica Muñoz. 

Una de las claves a la hora de ajustarse a ese compromiso del 90-90-90, es la prevención. Para que no se reproduzca más y más el virus, es necesario que existan campañas de concientización sobre, entre otras cosas, el uso del preservativo. Pero dentro del recorte del presupuesto, quedaron las campañas. "Me gustaría que la gente que lea esta nota pueda pensar cuál es la última campaña de prevención de infecciones de transmisión sexual", recuerda. La última fue en el 2007 con 'Si no hay triqui triqui no hay bang bang'. Y la verdad es que si no hay campaña, si no esta el Estado presente en el cuidado de la salud pública, es un problemón", explica el abogado. 

La desidia y sus consecuencias en sangre 

Las personas que están bajo tratamiento consumen todos los días una serie de medicamentos que, en el mejor de los casos, vuelven al virus indetectable. Pero, ¿qué pasa cuando se corta con la dosis? ¿Qué sucede si se deja de consumir una de esas pastillas? "Dejar el tratamiento hace que el virus se pueda volver a reproducir en el cuerpo y, no sólo eso, sino que además empiezan a bajar las defensas y tal vez el tratamiento deja de tener efecto. Es como los antibióticos, que cuando no terminás el tratamiento, esa bacteria se hace resistente a ese antibiótico. Lo mismo pasa con el vih", explica Muñoz. 

Pero eso hay que sumarle que, si no hay tal o cual medicamento, deciden desde las farmacias cambiarlo. "No contamos con un listado de cientos de medicamentos para el vih, son muy pocos y siempre que se pierde un esquema de medicación se pasa a otro que, tal vez, son más pastillas o tiene otros efectos secundarios. Es muy grave. Es terrible que las personas dejen su medicación o tengan que cambiarse completamente de medicamento", sostiene y finaliza el abogado: " Si conocen o saben de alguien que le falte el tratamiento, desde las organizaciones estamos haciendo todo lo posible para conseguir esos tratamientos. La carga viral está en falta entonces intentamos llevarle tranquilidad a quien debe hacerse esos análisis y no puede pero a su vez conseguir el reactivo si los análisis son urgentes". 

Para comunicarse con la Asociación Ciclo Positivo, pueden mandar un correro electrónico a info.ciclopositivo@gmail.com o seguirles en sus redes sociales: @ACicloPositivo, tanto en Twitter como en Instagram. 

Por otro lado, para testearte en quince minutos, podés acercarte a cualquier hospital público de los que figuran en este sitio. Es gratuito, en el momento y anónimo. 

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