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La economía argentina bajo la lupa de los enviados del FMI

Una nueva misión técnica establecerá si el país cumple con los requisitos para recibir un nuevo desembolso de dólares en marzo ¿Cuáles son los puntos a discutir? 

La economía argentina bajo la lupa de los enviados del FMI

El 20 de junio del año pasado, luego de que el gobierno no pudiese frenar las corridas cambiarias, se firmó el primer acuerdo stand by de US$ 50.000 millones con el Fondo Monetario Internacional. Se suponía que la inyección de fondos frescos iba a terminar con las corridas, recuperando la confianza en los mercados y encarrilando finalmente la economía. 

No pasó. Desde el 2003 que nuestro país no recurría a este organismo internacional, mejor conocido como prestamista de última instancia, y en el 2018 tocamos su puerta dos veces. Bajo la presidencia de Caputo en el Central, hubieron muchos intentos fallidos de controlar la corrida cambiaria con los dólares que entraron del acuerdo y la inflación, como pasa en nuestro país, acompañó la devaluación.

El 26 de septiembre se firmo la renegociación del acuerdo con el Fondo, luego de desaprobar en agosto la primer prueba del organismo que vio su préstamo irse en la venta de dólares baratos para un mercado insaciable. Con la renuncia de Caputo en mano y con un balance de la misión técnica del organismo que caracterizaba que la economía nacional se encontraba en peor estado que en la primera firma, se acordó ampliar el fondo prestado a $57.100 y adelantar el desembolso de los capitales. 

Las condiciones fueron profundizar el ajuste fiscal, pasar del gradualismo en la política monetaria al shock y conseguir el tan preciado equilibrio fiscal primario. El presupuesto firmado para 2019 sintetiza muy bien las exigencias de nuestro principal acreedor y permitió el visto bueno del segundo control del organismo sobre nuestra economía.

Ya trabaja en el país la tercera misión técnica, la segunda desde la renegociación, para ver si la economía se desarrolla según sus planes fiscales y monetarios, para entonces aprobar el desembolso de 11 mil millones de dólares para marzo. Hay dos temas a tratar en cuanto a la política monetaria, el funcionamiento de las zonas de no intervención y las diferencias en las proyecciones macroeconómicas para este año del FMI y del gobierno.  

La política monetaria 

Fuentes del Banco Central dejaron trascender que se analizará con el FMI cuáles serán los nuevos límites de la zona de no intervención de política cambiaria y la monetización máxima que se permitirá en la compra de dólares.

Recordemos que de mano de la segunda firma comenzó la presidencia de Guido Sandleris en el Central, quién inauguró un régimen de política monetaria fuertemente contractivo para cumplir con el objetivo central del Fondo: 0% de aumento de la base monetaria hasta junio de 2019.

La idea fue la de secar la plaza, se subió muy fuerte la tasa de interés (que ha llegado a superar el 73% de interés anual) para evitar que hubiera pesos que presionaran a los precios (a través del consumo) o al dólar. Esto implica una fuerte contracción en la actividad económica dada la menor cantidad de pesos circulando en la economía y con tasas de interés dispuestas a frenar cualquier cadena productiva. 

En paralelo, y para imposibilitar el uso del préstamo en intentos de frenar las corridas cambiarias, se inauguró un nuevo esquema para el dólar: bandas de no intervención que se actualizan diariamente, generando una devaluación progresiva y controlada. Si bien en un principio el temor estaba en el techo de la zona de no intervención (digamos, como actuaría el Central ante una nueva corrida) en el desarrollo la divisa se encontró cercana al piso. 

Particularmente en enero el dólar estuvo mayoritariamente en el borde o debajo de la zona de no intervención y el límite de compra de 50 millones de dólares por día no alcanzó para contenerlo. Para febrero, el Central decidió aumentar estas compras en un 50%, dejando el límite de compra diario en 75 millones de dólares. 

Este es el punto de conflicto, el FMI esta preocupado por los pesos que se inyectan a la economía cada vez que el Central compra dólares para dejarlo dentro de la zona de no intervención, que hoy esta entre $38,15 y $49,38. La comitiva del organismo internacional es reticente a las intervenciones oficiales en el mercado cambiario y su receta normalmente es la de dejar al mercado hacer que la divisa valga lo que tenga que valer. Será tarea del equipo económico explicar porqué el esquema liberal no ha servido en nuestra economía y porqué han comprado, tan solo en enero, 560 millones de dólares.

Las proyecciones macroeconómicas

El Gobierno espera confiado la aprobación de las cuentas públicas ya que el Ministerio de Hacienda cumplió la meta de déficit fiscal primario que fue del 2,4% del PBI en el año anterior, lo que representó una baja de 1,4 puntos frente a los 3,8% del año anterior, en consonancia con el objetivo comprometido ante el FMI.

Sin embargo, las discusiones comienzan con las estimaciones. El Fondo pronostica una caída del producto bruto interno (PBI) de 1,6% mientras desde el Gobierno aún se defiende la baja de 0,5% de la actividad económica, como se presentó en el Presupuesto 2019. Más que el interés productivo lo que esta en discusión es si se lograra el tan buscado déficit (primario) cero. 

De cumplirse las proyecciones del FMI, acorde con el de varias consultoras y calificadora internacionales, la recaudación impositiva sería menor a la que espera el gobierno y el deficit fiscal necesitaría de una reducción aún mayor de los gastos públicos. Queda esperar cuanto queda por reducir en un contexto recesivo como el actual. 

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