La historia de Luciano, un nene de 11 años de Luján de Cuyo, Mendoza, se popularizó en redes sociales y portales de noticias. En medio de la cuarentena y una crisis que se profundiza por la imposibilidad de salir a la calle, son los barrios vulnerables los que más sufren.

Teniendo cuidado de no romantizar la pobreza, hubo una historia que destacó por sobre las demás: un alumno de sexto año de la Escuela General Espejo cuya obra armó para la materia artes plásticas llamó la atención.

Desde el asentamiento de Agrelo, a donde se mudó para pasar la cuarentena en lo de su abuela materna junto a sus papás y sus dos hermanos, Luciano compartió su "dinosaurio casero".

La consigna de la maestra Claudia Arabena era amplia: hacer una obra con lo que haya a mano. Para ello, el estudiante tomó arena, barro, ladrillos y ramitas sueltas. El resultado conmovió a "la seño", que lo compartió con sus colegas.

"En la zona tenemos una villa muy grande y ha sido difícil para ellos. Las mamás le ponen mucha garra: acompañan, cargan crédito en los teléfonos para enviar las tareas. Ver los resultados me pone muy contenta", le contó a Infobae.

"En la escuela hay más de 500 alumnos. Ya no damos abasto, pero seguimos luchando para poder educar", cerró la docente.